Las elecciones primarias del 9 de agosto, aún frescas, permitieron conocer qué candidatos competirán por la Presidencia de la Nación en octubre. ¿Quién será el ganador?, es el interrogante que desvela a la dirigencia política por estas horas. En el ciclo de conferencias, organizado por LA GACETA en el teatro del hotel Hilton Garden Inn (calle Miguel Lillo número 365), el columnista político y profesor de Historia Carlos Pagni le dio otro enfoque a ese planteo.
“La pregunta más importante de este proceso electoral, la que nos permitirá vislumbrar si habrá mejoras en las condiciones institucionales de la Argentina, no depende tanto de quién sea el gobierno que surja, sino de cómo será la oposición que surja. Eso determinará que haya o no un equilibrio de poder”, expresó el periodista, ante un auditorio colmado, junto al economista Nicolás Dujovne.
La disertación de Pagni, titulada Evaluación de la carrera electoral, se extendió por tres cuartos de hora, y le permitió al analista político referirse a la situación de los tres principales candidatos a la Presidencia: Daniel Scioli (FpV), Mauricio Macri (PRO-Cambiemos) y Sergio Massa (Frente Renovador).
Según Pagni, la lucha por el poder en Argentina se desencadenó desde el momento en que se supo que Cristina Fernández de Kirchner no iba a tener chances de “re-reelección”. Y recordó que existe un contexto de “desequilibrio de poder” en el país. “Esta provincia lo conoce muy bien, porque se reproduce el esquema (nacional)”, señaló. La cuestión en el FpV, analizó, es que “a los líderes monopólicos o carismáticos les resulta sumamente dificultoso generar un sucesor”, ya que ese heredero “encarna su muerte política”. “La relación entre Cristina y Scioli ya está deteriorada, incluso antes de que Scioli se constituya en el sucesor”, dijo.
Consideró que la estrategia comunicacional del kirchnerismo consiste en “dinamitar permanentemente el centro”. “(El planteo del oficialismo) es: somos nosotros o ellos, y esto es posible porque sólo con la fuerza que tenemos logramos gobernar y ejecutar nuestras ideas. El problema para el oficialismo ahora es que con nosotros solos no alcanza”, expuso.
Consideró que la orden de “bajar” la candidatura de Florencio Randazzo antes de las PASO fue “una derrota de Cristina”. Esto, según Pagni, implica un arma de doble filo para Scioli: por un lado, el gobernador bonaerense tendrá disciplinado al peronismo; pero, por otro, no logró la autoridad que podría haber obtenido ganando unas internas. “Al igual que Macri, (Scioli) necesita algo de otro”, expresó el analista político. Y marcó que “el escenario electoral está induciendo a los actores a ir hacia el centro, una dinámica distinta de los últimos 12 años”.
El columnista hizo una pausa en el caso de Massa. Consideró que el líder del Frente Renovador “tiene los votos que le falta (al oficialismo)” y, a la vez, “también retiene votos opositores”. “Alguien tan egoísta que está condicionado a trabajar para otros...”, ironizó, en una de sus ocurrencias que generaron sonrisas entre el público.
Según Pagni, uno de los hechos políticos más importantes desde 2001 fue “el colapso del radicalismo”. En ese sentido, calificó a Macri como “un producto típico de la política”. “Son figuras que sintetizan una persona (por las expectativas del elector), donde el líder es el principal activo del partido. Este modelo de construcción política le alcanzó a Macri en las PASO, pero los que no lo votaron tuvieron como una de sus razones que él es Macri. Su desafío es sustituir el atractivo que puede tener su figura para un sector, por un relato, una narración de dónde vamos”, indicó Pagni. Y consideró que, para el jefe del PRO, la clave es la polarización. “Los electores tienen que identificar a Scioli con Kirchner”, enunció.
Las PASO dejaron abierto el desenlace de las elecciones nacionales. Pagni analizó los posibles ganadores. Pero el interrogante que más lo desvela es cómo será la oposición a partir de diciembre.