El 21 de mayo pasado, la Legislatura aprobó la Ley de Cupo Femenino. Según esta norma, las listas no pueden tener más del 70% de hombres entre sus candidatos; además, en el armado, debe haber al menos una mujer cada dos de ellos -puede ser en primer, segundo o tercer lugar de la nómina-.
Más allá de esta ley, la inmensa mayoría de los partidos les confió las mejores ubicaciones a varones.
En la Capital, de las 46 listas que competirán por las 19 bancas legislativas correspondientes a esta sección electoral, sólo tres proponen candidatas en primer término; además, otras 15 fuerzas incorporaron mujeres en segundo lugar.
En el Este, de las 20 listas que pugnarán por 12 escaños, dos tienen dirigentes de sexo femenino en el tope del armado, y cinco espacios políticos las impulsan en el segundo lugar.
En el Oeste, de las 26 fuerzas políticas que se disputarán las 18 bancas legislativas de esa sección electoral, dos tienen en primer y segundo puesto a mujeres, otras dos tienen mujeres en el primer lugar (seguidas de hombres), y 10 armados tienen candidatas a continuación de varones que encabezan la nómina.
En la actualidad, 11 de los 49 escaños del cuerpo colegiado provincial están ocupados por legisladoras. El año pasado ellas impulsaron la creación de la comisión de Defensa de Derechos de la Mujer con el objetivo expreso de contar con una nueva herramienta para equilibrar el manejo del poder interno en la Cámara.
Hace tres meses, en consonancia con la normativa nacional y con disposiciones emanadas de la Junta Electoral Provincial, se sancionó la Ley de Cupo Femenino (N° 8.783). Por la distribución de lugares que les asignaron a las candidatas las diferentes fuerzas, todo indica que el dominio de los varones continuará en la Cámara.
El método D’Hont
¿Cómo se distribuyen las 49 bancas de la Legislatura de la Provincia? ¿Y las 18 del Concejo Deliberante de la Capital, las 12 de Tafí Viejo y las seis de Tafí del Valle? Son cuerpos colegiados diferentes, pero el método que se aplica para el reparto de escaños es el mismo para todos: el sistema D’Hont, previsto en la Carta Magna tucumana.
Este tipo de cálculo fue bautizado con el nombre de su creador, Víctor D’Hont (1841-1901). Este jurista y matemático de origen belga ideó una fórmula para el reparto proporcional de escaños.
Una explicación sobre este método figura en el Código Nacional Electoral. El artículo 161 indica que “los cargos a cubrir se asignarán conforme al orden establecido por cada lista”; luego, fija el procedimiento matemático. “El total de los votos obtenidos por cada lista (...) será dividido por uno (1), por dos (2), por tres (3) y así sucesivamente hasta llegar al número igual al de los cargos a cubrir”, expresa la normativa. El siguiente párrafo agrega: “los cocientes resultantes, con independencia de la lista de que provengan, serán ordenados de mayor a menor en número igual al de los cargos a cubrir”. Así, a cada lista le corresponderán tantos cargos como veces sus cocientes figuren en este ordenamiento.
Es decir que mañana, cuando comience el escrutinio provisorio, se podrán realizar los cálculos iniciales para conocer cómo sería el reparto de bancas de la Legislatura -por ejemplo- en la sección Capital. Para ello, se deberán dividir los votos de las 46 fuerzas en pugna en uno, en dos, en tres y así, sucesivamente, hasta cubrir los 19 espacios que corresponden a ese distrito. En internet existen varios simuladores de D’Hont para estimar el reparto de escaños.