WASHINGTON.- El Papa Francisco advirtió a los obispos católicos que los crímenes de abuso sexual a menores por parte del clero nunca deben repetirse, reconociendo el daño causado por años de escándalos en la Iglesia Católica de Estados Unidos. En declaraciones, realizadas durante un discurso en la catedral Saint Matthews de Washington, en su primer día completo de visita a Estados Unidos, el Papa no mencionó las palabras “abuso sexual” pero se refirió al escándalo hablando de “momentos difíciles” y de brindar ayuda a las víctimas. “Sé lo mucho que el dolor de los últimos años ha pesado sobre ustedes, y yo he apoyado su generoso compromiso para dar consuelo a las víctimas, y debemos trabajar para garantizar que nunca más se repitan esos crímenes”, dijo a los obispos.
Francisco pronunció en italiano su discurso ante los obispos estadounidenses y aclaró: “No he venido a juzgarlos o a impartirles lecciones”, pero agregó: “soy consciente del valor con el que han afrontado momentos oscuros de su recorrido eclesiástico sin temer autocríticas ni ahorrarse humillaciones y sacrificios”,
También participó de la recepción oficial que le ofreció el presidente Barack Obama en los jardines de la Casa Blanca y tras recorrer en papamóvil las calles de la capital donde fue saludado por miles de personas, llegó a la catedral San Mateo para encontrarse con los obispos La Iglesia estadounidense ha tenido que vender activos y recortar costos para pagar acuerdos y otros gastos por un total de unos U$S 3.000 millones, tras demandas de que los curas que abusaban de niños eran trasladados de parroquia en parroquia en vez de ser apartados del sacerdocio.
El pontífice ha prometido erradicar “el azote” del abuso sexual de la Iglesia Católica, y en junio creó un tribunal del Vaticano para juzgar a clérigos acusados de encubrir o no evitar el abuso sexual a menores.
Grupos de víctimas dicen que la Iglesia no ha hecho lo suficiente
David Clohessy, que encabeza la Red de Sobrevivientes de Personas Abusadas por Sacerdotes y fue atacado sexualmente por un cura cuando era niño, reconoció que las palabras de Francisco no lo habían impresionado. “Es terriblemente decepcionante. Los obispos han sido cobardes, no valientes, y aún lo son”, dijo Clohessy. “Tomaron medidas tardías y a regañadientes porque fueron obligados por las personas más valientes en esta crisis, las víctimas de abuso y sus familias”, agregó.
Clohessy sugirió que Francisco “se niega hasta a ser honesto sobre lo que es esta crisis. Esto no es un mal llamado ‘momentos difíciles’, esto es un patrón de secretos e imprudencias de siglos e increíblemente enfermizo”, agregó en una entrevista telefónica luego de las declaraciones del Papa.
Durante los seis días de su visita a Estados Unidos, el Papa podría reunirse en privado con víctimas de abuso sexual. El escándalo en la Iglesia por los crímenes de pederastia se puso al descubierto a fines de 2000 y desde entonces más de 6.400 sacerdotes y religiosos católicos fueron acusados por los delitos perpetrados entre 1950 y 1980. Las organizaciones de víctimas estimaron que son más de 100.000 los menores de edad sometidos a abusos sexuales por sacerdotes en ese período.
Jorge Bergoglio reforzó la política de “tolerancia cero” en la Iglesia católica contra los clérigos pederastas desde su llegada al pontificado en 2013. Según datos del Vaticano, Francisco destituyó a casi 500 sacerdotes en más de dos años por abusar sexualmente de menores de edad. (DPA-Reuters)