El Consejo Asesor de la Magistratura (CAM) sesionó por última vez hace un mes. Entonces, se abrió un paréntesis sin precedentes en la historia breve pero prolífica del órgano encargado de confeccionar ternas para la cobertura de los despachos judiciales. Ocurre que la nueva integración del cuerpo fundado en 2009 no podía reunirse porque la Legislatura y la Corte Suprema de Justicia de Tucumán no habían designado a sus representantes, trámite que ambas instituciones completaron durante la semana pasada.
Los nombramientos permitirán al CAM convocar la sesión inaugural de la gestión con mandato hasta 2017, que será presidida por Daniel Posse, vocal del alto tribunal (ver nota en esta misma edición sobre la elección de los consejeros por la mayoría y la minoría parlamentaria). Ese juez tenía previsto salir de licencia en diciembre, pero, aún así, el calendario podría permitir entre una y dos reuniones antes de que comience la feria de enero.
Hipotético bautizo
El tiempo pasa y las vacantes se acumulan. En el presente hay 24 concursos públicos de antecedentes y oposición en trámite, y cuatro más en vías de apertura. El número de despachos acéfalos experimentó un incremento en el último tiempo por las jubilaciones de magistrados y por la prolongación de los procesos. En 2011, cuando comenzó su primera gestión, Posse se proponía terminar 2013 con todas las vacantes cubiertas. Pero a fines de 2012 y obligado por las repercusiones del caso “Verón”, el juez dejó el CAM para insertarse en el Jurado de Enjuiciamiento (órgano encargado de juzgar a los jueces acusados de mal desempeño). Como consecuencia de ello, la conducción del Consejo quedó en manos de la vocal Claudia Sbdar (fue reelecta en 2013). Durante su gestión, el CAM puso en funcionamiento la Escuela Judicial, instituto que brinda una formación gratuita a los aspirantes a la judicatura. La gestión anterior sesionó por última vez un día antes del vencimiento de los mandatos. En esa reunión, la mayoría formada por Regino Amado, Adriana Najar, Marcela Ruiz, Martín Tello y Raquel Asís designó prosecretario a Felipe Cerisola, y encargados mayores a Amalia Paola Salas y a Wenceslao Sebastián Argiró con la disidencia de los ex consejeros Antonio Bustamante y Federico Romano Norri. Sbdar asistió a la cita, pero se retiró antes de los nombramientos. Eudoro Albo, ex consejero de los jueces, se excusó respecto de Cerisola alegando la causal de amistad manifiesta.
La publicidad de los concursos que dieron pie a estos nombramientos de último momento había sido objetada por José Adle, consejero electo. Pero el CAM decidió no tratar su planteo; antes tampoco acusó recibo de la inquietud por la falta de publicidad de la convocatoria que había manifestado Susana Montaldo, ex jurado de los procesos de Cerisola -es hijo de Juan Alberto Cerisola, ex rector de la Universidad Nacional de Tucumán- y de Salas. En virtud de ello, los consejeros electos Carlos Caramuti y José Dantur expresaron sus dudas, y los dos colegios de abogados se pronunciaron críticamente, mientras que Amado, Tello y Albo defendieron los concursos de personal. La polémica heredada sigue abierta y promete ser un “bautismo” para la gestión que está por comenzar.