CARACAS.- La Fiscalía General de Venezuela comisionó a dos fiscales para la investigación del asesinato del dirigente opositor Luis Manuel Díaz, quien fue atacado a balazos en un acto proselitista. Las informaciones preliminares indican que Díaz murió de un balazo, después de haber participado en un acto de campaña de la oposición en la localidad de Altagracia, estado de Guárico, con miras a las elecciones legislativas del 6 de diciembre.
La oposición acusó del hecho a supuestas bandas armadas del oficialismo, mientras el presidente, Nicolás Maduro, dijo que las investigaciones apuntan a que fue un asesinato por encargo o un ajuste de cuenta entre bandas rivales.
En la tarima en la que se encontraba Díaz estaban, además, Lilian Tintori, la esposa del dirigente opositor preso Leopoldo López, y la cantante y candidata a diputada Rumy Olivo.
Díaz fue un militante chavista y hace cinco años se pasó al partido opositor Acción Democrática (AD), donde llegó al cargo de secretario general en Altagracia.
Los portavoces oficialistas acusaron a Díaz de ser investigado por un cargo de homicidio en Guárico, además de supuestamente formar parte de una banda de secuestradores.
El gobernador de Guárico, Ramón Rodríguez Chacín, dijo que Díaz había cumplido una sentencia en la Penitenciaría General de Venezuela por diversos cargos. Y señaló que tras recuperar la libertad continuó “cometiendo delitos como la extorsión”.
“Era seguido por los cuerpos de seguridad del Estado y, al mismo tiempo, tenía diferencias con delincuentes”, dijo a periodistas.
Rodríguez Chacín, además, fustigó al secretario general de AD, Henry Ramos, quien afirmó que los responsables del homicidio de Díaz eran parte del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
“Después de su sicariato (así definen en el oficialismo a la muerte de Luis Manuel Díaz), salió Henry Ramos Allup, secretario general de AD, ratificando que ese delincuente era un cuadro de su organización, lo que demuestra que la delincuencia organizada está en Acción Democrática”, aseveró Rodríguez Chacín.
Campaña política
El presidente, Nicolás Maduro, saludó a partidarios durante una reunión de campaña en Valle del Tuy en el estado de Miranda, en vistas a las elecciones legislativas nacionales del 6 de diciembre.
Mientras agitaba las banderas nacional, el mandatario escuchó corear su nombre por los habitantes del pueblo que se agolparon para saludarlo. Una vez más, Maduro adoptó una participación activa en la campaña en apoyo de los candidatos “colorados” del partido oficialista, destacando las políticas y denostando a sus rivales.
Durante un reciente encuentro de “mujeres antiimperialistas” en Barinas, la húmeda capital del estado del mismo nombre, el gobernador Adán Chávez (hermano mayor de Hugo) y el candidato Argenis Chávez (hermano menor de Hugo) entonaron canciones del tradicional joropo para el deleite de sus simpatizantes. “Esta es para Chávez. ¡Viva Chávez!”, exclamó Adán ante los vítores de decenas de personas que bailaban. “¡Viva Maduro!”, añadió.
Mientras el grupo de simpatizantes del chavismo permanecía firme, a una cuadra de la concentración se podía palpar una de las emociones que no es raro ver en Venezuela: la furia.
“Ratas, 16 años de esto y mi cartera está vacía”, gritó Dulce Velásquez, una taxista de 53 años que confesó que inicialmente apoyó al difundo ex presidente Hugo Chávez. A su alrededor, un grupo hacía sonar cacerolas y sartenes en una protesta callejera.
Los críticos también denuncian que los Chávez, de origen muy humilde, ahora se comportan como de la nobleza. (Reuters)