Quizás sea la celebración más grande de todos los tiempos en la pequeña ciudad de Añatuya, Santiago del Estero, distante a 349 km de la capital tucumana. Todo está preparado para la ceremonia de asunción de monseñor José Melitón Chávez como nuevo obispo de esa diócesis. De Tucumán ya partieron siete colectivos repletos de fieles de distintas parroquias y movimientos laicales. También estarán allá un centenar de seminaristas del NOA, más de una decena de obispos, incluyendo al cardenal Luis Villalba y el arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca. En representación del papa Francisco presidirá la ceremonia el nuncio apostólico de la Argentina, monseñor Emil Paul Tscherrig, quien concelebrará la misa junto a prelados antes nombrados y al anterior obispo de Añatuya, monseñor Adolfo Uriona, hoy obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto.
La gran fiesta comenzará a la tarde, cuando se abra el club de Añatuya para todos los peregrinos que vendrán de toda la Argentina. Hasta allí llegarán cuatro colectivos de la iglesia La Merced, tres de San José, uno del Movimiento Familiar Cristiano, cuatro de la parroquia El Salvador (de donde monseñor Chávez fue párroco hasta este momento), dos de Nuestra Señora de Fátima y otros tantos del interior de la provincia, además de más de cien seminaristas, obispos de toda la Argentina y familiares. Los vecinos del barrio La Costanera y de las comunidades de El Salvador y la Fazenda de la Esperanza tendrán un lugar destacado en la ceremonia, ya que fueron los benefactores del llamado “cura de la villa” por su trabajo comprometido en los lugares más desprotegidos y vulnerables, acediados por el flagelo de la droga. Es justamente por esa razón que se supone que el papa Francisco eligió a monseñor Chávez para ocupar la guía pastoral de la diócesis más pobre del país. La ceremonia de asunción se oficiará esta noche, a las 20, en el Anfiteatro principal de Añatuya.
Monseñor Chávez será el cuarto obispo de Añatuya desde que fue creada por el papa y beato Juan XXIII el 10 de abril de 1961. Pero es la primera vez en la historia de esa diócesis que un sacerdote del NOA dirige la iglesia, ya que los tres anteriores fueron de Buenos Aires.