Luego de semanas de negociaciones con representantes de gremios estatales para solicitar un bono de fin de año, finalmente desde Casa de Gobierno hicieron público el ofrecimiento formal para el sector: $ 4.000. El adicional sería abonado en dos cuotas, $ 2.000 con el sueldo de enero y otros $ 2.000 con los haberes de febrero. Desde el Frente Estatal de gremios, opositor a la gestión de Gobierno, cuestionaron que la oferta sea la mitad de lo que solicitaron: $ 8.000. Incluso, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) planteó que la estrategia del Poder Ejecutivo es debilitarlos para que desistan en sus pedidos.
El ministro de Economía, Eduardo Garvich, informó que el monto propuesto surge como un promedio de los diferentes pedidos. Mientras que desde los gremios disidentes solicitaron $ 8.000, desde los gremios afines al Gobierno solicitaron un adicional de fin de año de $ 3.000. Inclusive algunos sindicatos solicitaron un bono en vales alimentarios. “Por pedido del gobernador (Juan Manzur), hemos arribado a una definición para contestar los pedidos de los gremios, que son de distinta índole y valor, lo cual nos genera dificultades a la hora de analizar las distintas propuestas para llegar a una solución común”, explicó el titular de Economía. “La prioridad del Poder Ejecutivo es cumplir con los sueldos y aguinaldos; sin embargo, hemos elaborado una solución para dar respuesta a los petitorios, explicando que las finanzas de la provincia no tienen margen para atender estos reclamos de manera inmediata”, dijo por su parte Regino Amado, ministro de Gobierno y Justicia.
Jorge Flores, secretario general de la sección este de ATE (uno de los integrantes del Frente Estatal), celebró que al fin haya una respuesta a la solicitud de bono de fin de año, debido a que acudían con frecuencia a dialogar a los despachos de los ministros de Economía (Garvich) y de Gobierno y Justicia (Amado), y se retiraban sin novedades. “Resta sentarnos a dialogar con los demás gremios para analizar cómo continuará el plan de lucha. Sabemos que los $ 4.000 están lejos de los que solicitamos, que no le alcanzan a un trabajador. Nos preocupa, porque los trabajadores perdimos en menos de un mes cerca del 40% del sueldo, a raíz de la devaluación respecto al dólar. Con la inflación, el trabajador sigue perdiendo, así que sabemos que este monto es insuficiente”, consignó. Los gremios de esta coalición sindical se reunirán el lunes para analizar cómo continuará el plan de lucha.
Flores insistió en que la división en dos grupos de gremios y la demora del ofrecimiento constituye una estrategia para debilitar el reclamo. Consideró que el pedido de “ticket canasta” es el “colmo”. “Nosotros habíamos solicitado $ 8.000 y sostenemos ese pedido. El anuncio está lejos aún de nuestra expectativa y de las necesidades de los laburantes. Seguramente buscan desgastarnos, por eso nos llamaron varias veces y nos fuimos sin un ofrecimiento. Que se hayan reunido con el ‘club de amigos’ (se refiere a la Unión de Gremios Estatales, afines al manzurismo), que tiene el Gobierno va en el mismo sentido: por eso pidieron un bono, pero de $ 3.000”, cuestionó el dirigente. En el petitorio presentado, la unión de gremios solicitó, además del bono, el blanqueo de las sumas en negro, el cumplimiento del acuerdo firmado a principios de año para elevar a los trabajadores a la categoría 18 y que ningún trabajador sea cesanteado, a causa del cambio de gobierno.
Desde el Sindicato de Empleados y Obreros Municipales (SEOM) de la capital, el secretario Osvaldo “Cacho” Acosta aclaró que podrían aceptar el ofrecimiento, pero siempre y cuando las dos cuotas de la bonificación se adelanten unas semanas. “Aceptaremos el pago del bono siempre y cuando se adelante el pago. Aguardaremos a la próxima cita en Casa de Gobierno para saber cómo se resolverá. Desde el sindicato municipal de la capital adherimos a la propuesta, pero solicitamos que el pago de las dos cuotas, en enero y en febrero, se otorgue al día 15 de cada mes”, explicó Acosta.