Domingo Amaya está feliz. Luego de perder las elecciones para la Gobernación, el ex intendente de la Capital y compañero de fórmula del radical José Cano juró formalmente la semana pasada al frente de la Secretaría de Vivienda y Hábitat de la Nación.
Al igual que Cano -hoy titular del Plan Belgrano-, el peronista disidente fue tentado para formar parte del gabinete de Mauricio Macri. Y Amaya aceptó.
Sin renunciar a sus raíces peronistas, el integrante del Acuerdo para el Bicentenario charló con LA GACETA sobre la política habitacional que encarará en la nueva gestión. Destacó la apertura política e ideológica del líder del PRO para invitarlo a formar parte del nuevo gobierno.
“Soy, seré y me moriré peronista. Hoy estoy llevando a cabo una función que fue uno de los principales objetivos que se trazó en su momento (Juan Domingo) Perón: darle dignidad a la gente gestionando viviendas”, defendió el flamante funcionario nacional. Y adelantó que mantendrá una “relación madura e institucional” con el gobernador Juan Manzur.
- ¿Cómo fue el ofrecimiento?
- Me llamó el ministro de Interior Rogelio Frigerio para que nos juntemos a conversar. En Buenos Aires me explicó la situación. Por el reordenamiento administrativo, la subsecretaría de Vivienda ascendía a secretaría. Acepté el ofrecimiento. Es un importante desafío personal. Estoy feliz.
- ¿Cómo encontró la cartera?
- Relevamos una deuda de $ 3.800 millones, que corresponden a certificados de obras de todo el país que han sido presentados oportunamente y que no han sido cancelados. La deuda puede ser mayor, porque aún estamos en el relevamiento. Evidentemente habrá certificados del último mes que no están contemplados. Estoy atendiendo a todas las provincias y estamos conciliando cifras.
- ¿Cuál es la situación en Tucumán?
- Me reuní con (el interventor del Ipvdu) Gustavo Durán. En números, vamos a tratar de solucionarle a la provincia $ 100 millones para obras. No se trata sólo de obras de vivienda, también dependen de la secretaría cooperativas de trabajo. Aproximadamente son $ 400 millones que corresponden a cooperativas de todo el país, que estamos pagando. Hay muchas obras para municipios. en su mayoría dentro del plan Más Cerca. No todas las obras son casas, tenemos programas de mejoramientos para villas y otro para comunidades originarias. La política de Frigerio es ayudar a todas las provincias que, evidentemente, están pasando situaciones de ahogo financiero.
- ¿Hay respaldo económico para todas estas obras?
- Sí. Frigerio estuvo trabajando con el ministro de Economía (Alfonso Prat-Gay) para analizar diferentes alternativas económicas para ayudar en todas las provincias. En el caso de la secretaría de Vivienda, se adeuda $ 3.800 millones, pero no tengo partidas para saldar la deuda por esa suma. Por cómo venían imputadas las obras, tengo $ 2.800 millones como máximo. Para esto deberá afectarse al presupuesto del año que viene. En unos meses vamos a terminar de ordenarnos. La idea es que no se detenga ninguna obra que esté comenzada. La política hoy es llevar un millón de viviendas a todo el país. La bajada de línea es que la construcción sea eficiente.
- ¿Políticamente qué significa este paso?
- El Presidente ha demostrado que tiene una apertura política e ideológica muy grande. En ningún momento me han dicho que había condiciones políticas. Sigo siendo peronista y esto habla a las claras de un Presidente que resalta valores. Cuando el ministro nos sentó a todos sus secretarios nos transmitió el mensaje de Macri y los puntos centrales del gobierno: unión de los argentinos, trabajar con eficiencia, con dedicación y combatir cualquier hecho de corrupción. Como peronista me siento muy cómodo de pertenecer a este grupo de gente capaz. Tengo dos subsecretarios que son excelentes. Ivan Kerr (Desarrollo Urbano y Vivienda) y Marina Klemensiewicz (Hábitat y Desarrollo Humano), que son muy capaces y jóvenes.
- ¿El cargo es un reconocimiento porque enfrentó a Manzur?
- La verdad es que lo desconozco. Aposté a un cambio en Tucumán, a un cambio de paradigma político. Dimos esta lucha sin esperar ninguna contraprestación de nadie. Lo hicimos convencidos: se unió un radical con un peronista. No puedo decirlo porque no me lo manifestaron.
- ¿Se siente identificado con el gobierno de Macri?
- Me siento identificado ideológicamente como peronista. En el lugar en el que estoy, estoy para brindar soluciones. Hoy la vivienda es un derecho. Como peronista me siento realmente agradecido del ministro Frigerio, y de Emilio Monzó, del que también me hice amigo. Sin duda que agradezco al presidente. Me siento identificado con las verdaderas políticas que hacen al desarrollo y al crecimiento de los argentinos de forma equitativa, justa y solidaria. Soy, seré y me moriré peronista. Hoy estoy ahí, llevando una función que es una de las principales, sinceramente, objetivos que se trazó en su momento el general Perón fue darle soluciones a la gente a través de viviendas dignas. Que mejor hoy que me dan esta posibilidad desde presidencia de hacer esto mismo.
- ¿Cómo espera que sea la relación con Manzur, desde ahora?
- Espero una relación normal, madura e institucional. Soy un político que nunca atacó a la persona, si tenía críticas, lo hice desde la política. Nunca le huí al debate desde la política. El problema está con las personas que cuando uno los critica desde la política piensan que uno los ataca. Están equivocados, si buscas notas mías en diarios, en tv o en radio, nunca fui contra las personas, ni usé bajezas, como han sucedido en estas elecciones. Tenemos que terminar con las bajezas y las suciedades para hacer política. La única de terminar con esto es con una verdadera reforma política, con seriedad y responsabilidad, para que exista una democracia seria y consolidad. Con esto se termina la política del apriete y rehenes.
- ¿Qué piensa de que se reedite el pacto social?
- No debería retomarse. El gobierno provincial tuvo una gran ventaja a nivel nacional con el anterior gobierno, que le refinación una deuda a casi 20 años. Sin embargo, no hicieron lo mismo con los municipios. Debemos dejar de usar herramientas que tengan que ver con el sometimiento, porque hay que respetar al intendente que ha sido elegido por la voluntad popular.