El día había amanecido gris y lluvioso. Eso retrasó la rutina de los viernes de los puesteros de la ex feria de Villa Luján. Hasta que a media mañana ya estaban instaladas las carpas y mesones sobre la vereda de Viamonte al 1.400, frente a Campo Norte.
Había mucha incertidumbre. Los puesteros sabían que estaban incumpliendo el acuerdo que les permitía vender sólo hasta Reyes. “Tenía entendido que esta semana vencía el plazo. Nosotros venimos igual porque necesitamos trabajar. Aquí se vende menos que en Villa Luján pero es un lugar muy amplio y no se está usando”, justificó Cristian Heredia, vendedor de ropa y de calzados.
Mientras tanto, un grupo que representa a los feriantes se presentó en el Concejo Deliberante. El presidente del cuerpo, Javier Aybar, los recibió en su despacho y les prometió hacer gestiones para encontrarles un lugar donde puedan seguir trabajando.
Llueva o truene
“Llueva o truene nosotros venimos a poner los puestos porque vivimos de este trabajo”, argumentó otro feriante, mientras armaba su lugar de venta de embutidos y chacinados.
La nueva ubicación de los cuentapropistas no es impedimento para que algunos vecinos que eran clientes de la extinta feria de Villa Luján concurran los viernes a hacer compras en Viamonte al 1.400. Es el caso de Gustavo Juárez, que fue temprano a comprar pan casero y expresó el deseo de que los puestos pudieran seguir allí.
Durante la mañana hubo una reunión en el Concejo Deliberante, convocada por Aybar. Allí, referentes de la Asociación Civil de Feriantes de Tucumán pidieron seguir trabajando en Campo Norte y se comprometieron a mantener limpio el lugar y a no molestar a los vecinos.
“No queremos que esto sea un conflicto entre los poderes provincial y municipal. Pedimos una ayuda. Las autoridades tienen que entender que somos gente de trabajo”, planteó Augusto Jerez, titular de la Asociación. Agregó que el lunes serían recibidos por la secretaria de Gobierno de la Provincia, Carolina Vargas Aignasse.
La realidad de la feria desnudó lo abstracto de la discusión: los feriantes instalan sus mesones y carpas en la vereda, que es de órbita municipal, pero también lo hacen en el predio que es de jurisdicción provincial.
La transferencia
De la reunión en el Concejo también participó el edil José María Franco, integrante del interbloque del Acuerdo para el Bicentenario (ApB). Franco planteó que el Poder Ejecutivo provincial debe transferir el dominio de Campo Norte a la administración de Germán Alfaro, requisito necesario para poder resolver el conflicto con los feriantes.
“Yo le diría al Gobierno de la provincia que antes de hacer nuevos proyectos cumpliera con la ley y que traspasara Campo Norte a la Municipalidad de San Miguel de Tucumán. Ese predio tiene que ser un espacio verde, un gran parque, no un lugar para desarrollos o emprendimientos inmobiliarios”, aclaró Franco.
Una decisión política
Otros concejales -que no dieron su nombre- reconocieron que tienen la intención y la decisión política de normalizar las ferias en el ámbito de la capital. “Hay muchas otras ferias que trabajan en forma irregular, como las de los barrios Echeverría e Independencia o la que se instala en las inmediaciones de la cancha de Atlético. Debemos darles un marco legal correspondiente”, dijo uno de ellos.