A veces la victoria no tiene que ver con los aspectos estratégicos, ni técnicos. Muchos especialistas, en el alto rendimiento, le asignan el éxito a a las cualidades mentales en un 80 por ciento y el resto, sólo un 20, a las físicas o técnicas. Guillermo Durán entendió el axioma tras conseguir su primer título ATP (un escalón más arriba de los challengers que venía ganando) en Quito, Ecuador. “Noté que tanto Pablo Carreño-Busta, mi compañero, como yo mismo, teníamos las mismas ganas de ganar y mucha actitud. Esa fue la clave”, reveló Durán.
En un deporte catalogado como individualista, “Rata” apostó a la modalidad de dobles. El tenista que toma esa decisión sabe que congeniar con el compañero es cosa del azar la mayoría de las veces. Más si nunca fueron pareja. “Fue la primera vez que jugamos juntos y sentimos que ya teníamos 20 partidos encima”, destacó sobre el español que, como él, también ganó su primer título ATP al vencer a los brasileños Thomaz Bellucci y Marcelo Demoliner.
En la etapa de challengers, Durán consiguió cuatro compañeros que también tuvieron eso, sus mismas ganas de triunfar. Acompañado por Máximo González, Guido Andreozzi, Andrés Molteni y Horacio Zeballos conquistó 14 torneos.
En 2016 un ciclo nuevo comenzó para Durán y el éxito en un certamen superior llegó muy pronto. “No me esperaba un título de este nivel a principio de año, teniendo en cuenta que es mi segundo torneo”, reconoció. Hace dos semanas participó en el Abierto de Australia. “Para mí, haber logrado un título siendo del interior del país, es más especial todavía. Cuando sos chico tenés que irte de tu casa y estar lejos de tu familia. También se hace más complicado porque la sede principal de este deporte está en Buenos Aires”, analizó Durán.
La Davis
“Está al tanto de todo”, sentenció Durán. Así de firme es el concepto que tiene sobre Daniel Orsanic, capitán del equipo de Copa Davis. “Estuvo en Australia viéndonos a todos los argentinos. Me vio en el dobles que jugué con Delbonis (Federico) y siempre que tengo un buen resultado se contacta para felicitarme”, agregó. Con la primera serie muy cerca (se juega del 4 al 6 de marzo en Gdansk, Polonia) los éxitos son puntos de oro que suman para ser convocado.
El doblista natural, el que pueda llevar el liderato en el dobles, en Argentina no termina de aparecer. “Obviamente pienso si formaré parte del equipo. Jugar la Davis sería un sueño, sin dudas. Tengo que seguir demostrando cosas y estar bien preparado por si se da. Ojalá sea pronto. Polonia es muy lindo”, apuntó con humor Durán. Pero rápidamente advirtió: “ahora tengo mi cabeza en Buenos Aires”. Sucede que el tucumano jugará el Argentina Open que comienza hoy. Lo hará con Leonardo Mayer, singlista número uno del equipo nacional. ¿Será una linda dupla?