El malestar en algunos cuerpos estables del Ente Cultural quedó evidenciado el fin de semana cuando, antes de las funciones de “El Mesías”, de Häendel, representantes de los trabajadores leyeron frente al público un manifiesto crítico, en el que señalan que desde hace ocho años no tienen respuestas completas a sus reclamos.
“Demandamos estabilidad laboral para todos los trabajadores del Ente Cultural, teniendo en cuenta la carrera profesional dentro del mismo y la reactivación de cargos vacantes mediante llamados a concurso”, se menciona en la declaración que fue leída tanto el sábado en el Teatro San Martín, como el domingo en la Iglesia de Lourdes. Además, requieren el cumplimiento de normas de seguridad e higiene como la protección del patrimonio cultural. “Queremos acciones concretas para definir nuestra recategorización y escalafón diferenciado dentro de la administración pública provincial, y que se reglamenten las tareas y funciones específicas; y la participación en la redacción de una nueva Ley Artística que incluya a todos los trabajadores artísticos y técnicos dependientes del Ente Cultural de Tucumán”, sostienen.
La delegada del Coro Estable, Valeria Albarracín, contó que, avisados de esta acción, las autoridades del Ente prometieron una reunión, “para evitar que se leyera el manifiesto”, pero sin resultado porque la asamblea insistió en difundir las demandas. “Queremos ver que las intenciones y promesas se comiencen a realizar”, añadió la soprano.
En la categoría 19
La mayoría de los empleados del Ente pertenecen a la categoría 19 de la administración pública, cuyos salarios básicos no pasan los $2.300, lo que crea otro conflicto, de carácter más general, pero que también da cuenta de la situación en la que viven los artistas.
“Más de ocho años de audiencias, expedientes y petitorios presentados ante Mauricio Guzman y distintos directivos han dejado solo algunas respuestas de corto plazo, pero muchas acciones insuficientes y grandes promesas incumplidas, acentuando de esta manera la precarización laboral”, concluye el manifiesto que fue recibido con aplausos por los espectadores.
Diálogo abierto
“El diálogo está abierto, y estamos dando respuestas parciales. Personalmente conozco bastante los problemas y lo del escalafón diferenciado es un reclamo legítimo”, opinó a su turno la directora general de Artes del Ente, María Ángela Bullión. “La cuestión es que lo del escalafón no depende de nosotros, tenemos que formar una comisión que interese a los legisladores, porque no lo resolvemos nosotros. No es que el Ente pueda firmar un pase de categoría, no es así”, explicó.
La funcionaria le dijo a LA GACETA que, en relación con la higiene y seguridad, se van tomando medidas constantemente. “Los artistas trabajan en espacios que son antiguos, que necesitan un mantenimiento permanente. Y si bien hay camarines y baños nuevos, igual hay que cuidarlos constantemente”, admitió. De todos modos, le pareció extraña la protesta, porque aseguró que se había acordado una reunión. “Igual insistiré en mantener el diálogo y propondré el encuentro”, insistió Bullión.
Paralelamente, los trabajadores difundieron fotografías de la instalación eléctrica en el foso donde ensaya la orquesta, que se encuentra en condiciones totalmente precarias e incluso riesgosas.