“¡30.000 compañeros detenidos-desaparecidos!”. Raquel Zurita levantó su brazo en la explanada de Casa de Gobierno y gritó “¡Presentes!” con emoción. De su cuello colgaban dos carteles con las fotos de sus hermanos desaparecidos Juan Néstor y María Rosa, secuestrados en 1975. Como Zurita, miles de tucumanos se convocaron el 24 de marzo en dos marchas que acudieron a la Plaza Independencia en conmemoración del 40° aniversario del último golpe cívico militar y en repudio del genocidio.
El grito de Zurita, este año, estuvo más que nunca colmado de expectativa, aseguró, porque las causas por el secuestro de sus hermanos forman parte de la megacausa “Operativo Independencia”, cuyo juicio comenzará en mayo. Juan Néstor Zurita fue secuestrado de la casa de su madre el 1 de agosto de 1975, con 24 años. María Rosa Zurita tenía 21 años cuando fue secuestrada, el 10 de noviembre del mismo año, mientras atendía el kiosco familiar.
El intenso chaparrón caído a las 18 no disuadió a los manifestantes, que se sumaron en cuatro convocatorias y que convergieron en dos grupos. Los documentos de ambas manifestaciones rechazaron en tono similar las políticas del Gobierno de Mauricio Macri, la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama y pidieron desmantelar el aparato represivo.
La primera columna en llegar a la Plaza Independencia fue la encabezada por agrupaciones y partidos de izquierda. Se movilizaron la CTA, PCR, PO, PTS, MST, CCC, Casa de las Mujeres Norma Nassif, Adiunt y la Comisión de Víctimas de la Impunidad, entre otros. Cuando bordeaban la plaza se unió una columna liderada por Libres del Sur y Barrios de Pie.
En un manifiesto, criticaron con dureza al kirchnerismo por el Proyecto X, la Ley Antiterrorista y la segunda desaparición de Jorge Julio López (2006). Durante la lectura, entre las banderas y leyendas se destacaban carteles con los rostros de desaparecidos. Marcos Mendoza escuchaba atento mientras sostenía una fotografía de Ana Sosa, docente secuestrada de la Colonia 4 del ingenio Concepción en 1976. “Estamos acá para decirles a todos los que se comprometieron con el Golpe, que hoy lo justifican y que quieren reinstalar la teoría de los dos demonios, que no olvidamos ni permitiremos que se invente la historia”, explicó Héctor Manfredo, del PC.
La plaza comenzó a desalojarse a las 19.30 para dar lugar a la segunda movilización, liderada por organismos de derechos humanos. Integrantes del colectivo La Garganta Poderosa estuvieron presentes en los dos actos y dedicaron cartas abiertas al condenado Antonio Bussi, emulando la histórica carta abierta a las Juntas Militares de Rodolfo Walsh. Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Madres de Plaza de Mayo, Fadetuc, Memorias e Identidades de Tucumán, Hijos, APDH, Asociación de ex Presos Políticos, Andhes y medio centenar de agrupaciones kirchneristas acompañaron la segunda marcha. También acompañó el grupo Radicales en Acción (UCR).
En un extenso documento, solicitaron el fin del aparato represivo heredado de la dictadura. Exigieron que el gobernador, Juan Manzur, rechace el protocolo antipiquetes y derogue el código de contravenciones.
Sara Mrad, referente de Madres de Plaza de Mayo, destacó la concurrencia por el contexto político. “Este aniversario nos encuentra en un momento político muy especial, con una nueva embestida de la restauración conservadora, de la que forman parte los mismos grupos económicos de aquella época, que están hoy instalados en el Gobierno”, analizó.
“El ‘nunca más’ se ha convertido en un testamento construido a la luz del genocidio. Su sentido se ha ido enriqueciendo y se ha transformado en un patrimonio de la sociedad”, destacó la querellante Marta Rondoletto.
Desde la agrupación Hijos, ponderaron la jornada. “Nos gusta decir que se trata de un aniversario por 40 años de lucha, no sólo del inicio del Golpe”, manifestó Natalia Ariñez. “Repudiamos que haya medios que buscan imponer la teoría de los dos demonios, que pensábamos superada. Esa mentira no existe, lo que existe es el público repudio a los delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura y aún antes de la dictadura, que formó parte del mismo plan genocida”, finalizó.