Las Talitas vivió una violenta madrugada que terminó con un hombre muerto, su esposa herida de bala en una mano y la hija de la mujer, una joven de 19 años embarazada, con heridas en la cabeza. La causa de toda esta situación habría sido un supuesto robo.
Todo comenzó alrededor de las 23 del sábado en el asentamiento que se ubica en el barrio Virgen del Valle, al este de la esquina de las calles 12 y 85. En ese momento, una adolescente de 17 años fue a reclamarle a un vecino que vive a la vuelta de su casa un supuesto robo. Según la versión policial, en ese momento la menor incluso habría agredido físicamente al hombre al que acusaba del atraco, conocido en el barrio como “Antúnez”. Después de una discusión, la joven volvió a su casa, pero la situación no terminó ahí.
Minutos antes de la medianoche, “Antúnez” apareció junto con su madre en la cuadra de la jovencita, con la intención de confrontarla. Sin embargo, terminaron en la despensa de la esquina discutiendo con la dueña, Layla Aragón, de 19 años, amiga de la adolescente. A Aragón, que se encuentra transitando los últimos meses de su embarazo, la golpearon en la cabeza y en diferentes partes del cuerpo, por lo que tuvo que ser atendida en un centro asistencial. Allí los médicos le realizaron cuatro puntos de sutura en el cuero cabelludo por un corte de gran consideración. Los agresores, tras los golpes, escaparon. Sin embargo, una hora después “Antúnez” volvió al lugar en que agredió a Aragón, ya no con su madre sino con un amigo apodado “El Macho” y otros familiares. Allí estaban Julio Santiago Santucho y su esposa, Sandra del Valle Carrillo, padrastro y madre de Aragón. La pareja le espetó a “Antúnez” las agresiones a la joven embarazada. Allí comenzó una discusión que empezó a los gritos, siguió con golpes y terminó con tiros.
Santucho recibió un disparo en el tórax, a la altura del corazón, y un corte en una pierna. Murió al instante. En tanto que su mujer recibió un balazo en la mano izquierda. Ambos fueron llevados al Centro de Salud, donde se constató la muerte del hombre de 39 años y se atendió a su esposa. Cerca de las tres de la madrugada, la mujer recibió el alta.
Una balacera
“Primero escuchamos los gritos y después unos 15 tiros. No vimos nada porque inmediatamente cerramos todo para cuidar a los nenes. El enfrentamiento se dio entre una barra y el hombre que murió. Después la barra se fue a pie hasta donde viven ellos”, contó una vecina del asentamiento, que prefirió no dar su nombre por miedo, ya que los agresores “viven acá, a la vuelta”, según dijo. Incluso, señaló que tenía ganas de llevarse a sus hijos porque había rumores de que, tras el entierro de Santucho, sus allegados volverían al barrio exigiendo justicia a los asesinos.
La mujer consultada, por otra parte, señaló que Santucho era un muy buen hombre, trabajador. “Él vendía helados y golosinas en la escuela. A veces también lo llamaban para cortar el pasto en algunas casas. Era un buen vecino, no tenía problemas con nadie. Sé que no tenía hijos con su mujer actual, pero sí tenía con su esposa anterior”, sostuvo.
Otro vecino, Carlos Gómez, señaló que Santucho era una persona de buen corazón. “Estamos sorprendidos por lo que pasó, este barrio no es peligroso. Yo volví esta mañana a mi casa y me enteré de todo. Él no tenía problemas con nadie”, dijo.
La investigación
Fuentes policiales confiaron a LA GACETA, al cierre de esta edición, que tanto “Antúnez” como “El Macho” se encuentran prófugos, pero que se los está buscando y podrían dar pronto con su paradero. Se cree que ambos tendrían antecedentes criminales.