BUENOS AIRES.- El jefe de Gabinete, Marcos Peña, acusó ayer a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner de recurrir a la “chicanita para difamar” al actual Gobierno nacional y advirtió que en lugar de ese camino, sería “mejor” que la ex jefa de Estado prestara atención a las causas judiciales que se abrieron en su contra.
Al replicar la denuncia acerca de que autoridades actuales se beneficiaron comprando dólares a futuro, operatoria por la cual la ex mandataria está imputada por la Justicia federal, Peña aseguró que la ex jefa de Estado “lo que hace es mezclar situaciones de empresas” con personas.
“Cada uno cuando hace política toma el camino que prefiere y, lamentablemente, la ex presidenta ha tomado el camino de la mentira y la agresión hace bastante tiempo”, lanzó el funcionario de Mauricio Macri. El ministro coordinador alertó que la ex mandataria será “bienvenida” si en lugar de recurrir a la “chicanita para mentir y difamar”, lo cual “no tiene mucho sentido”, ayuda a solucionar los “enormes problemas” que su gobierno creó.
“Es mejor que use la energía para poder explicar judicialmente su situación y tener la tranquilidad, en todo caso, para aportar a la política a partir de poder unir, traer nuevas propuestas y ayudar a resolver los problemas que ha dejado (su gestión), como la pobreza y el atraso de infraestructura”, aseveró.
Entre los supuestos compradores de dólares a futuro que nombró el lunes la ex presidenta desde su cuenta en Twitter, mencionó al empresario y “hombre de estrecha confianza de Macri”, Nicolás Caputo; al “jefe de asesores del Presidente y apoderado del PRO a nivel nacional”, José María Torello; a la familia Macri, “mediante la empresa Socma-Chery”, y al secretario de Coordinación Interministerial de la Jefatura de Gabinete, Mario Quintana, entre otros.
Peña salió a responder las denuncias de la ex mandataria, imputada en la causa del dólar futuro por el juez federal Claudio Bonadio, ante quien la ex jefa del Estado prefirió no declarar, sino presentar un escrito de fuerte contenido político. “(La ex presidenta) lo que se hace es mezclar situaciones de empresas donde puede haber personas de nuestro equipo que cumplían un rol como empresarios y que, en el devenir de esa actividad, pudieron comprar dólar futuro, situaciones que se interrumpieron cuando asumieron como funcionarios”, respondió Peña.
El jefe de Gabinete puntualizó que Gustavo Lopetegui, mencionado también por la ex mandataria, vendió esos dólares “el 26 o 27 de octubre, uno o dos días después de las elecciones” y sostuvo que el recibo que acreditaba esa decisión “está a disposición de todos”. “En cuanto a José Torello, los vendió a los pocos días de asumir”, explicó. A su turno, el ministro de Finanzas, Alfonso Prat-Gay, que acompañó a Peña en la rueda de prensa, coincidió con el ministro coordinador en cuestionar a la ex titular del Ejecutivo. “Lo que se está denunciando en sede judicial es un fraude a la administración pública y el delito que se está investigando, y que los funcionarios del gobierno anterior deben explicar, es por qué el Banco Central regalaba dólares por un monto inmenso a un precio muy por debajo al precio del mercado”, aseveró.
“Esto es lo que deberían hacer los funcionarios anteriores, más que embarrar la cancha con alguna información adicional acerca de quién compraba que, por supuesto, eran muchos argentinos porque había un solo vendedor que era el Banco Central y vendía el dólar a un precio de remate”, añadió Prat-Gay. Además de la ex presidenta, en la causa que tramita el juez Bonadio también están imputados por el dólar futuro al entonces presidente del Banco Central (BCRA), Alejandro Vanoli, y al ex ministro de Economía Axel Kicillof. (DyN)
ANALISIS
Juan Manuel Asis - LA GACETA
Que Peña ataque a la ex presidenta refleja que Macri le teme
Cristina volvió con todo al ruedo político, con sus ganas de no callarse nada y de seguir eligiendo a su enemigo. En este caso sigue siendo el mismo: Macri, el favorito. Lo acusó de cínico e hipócrita, esperando la respuesta al desafío para un duelo verbal, donde se siente a gusto. Ese guante no voló. En el Gobierno se había acordado no responder a la agitación “K”. Sin embargo, en política caballerosidad suele interpretarse como debilidad. Esta circunstancia obligó al macrismo a volver sobre sus pasos y a replicar para no perder el tren; sólo que no salió Macri a aceptar el reto, sino Peña. De manual, Macri no puso a su altura a Cristina. Lo peor: refleja que le teme.