SALTA.- Todo estaba a favor de Atlético. Los antecedentes lo ubicaban un escalón arriba del rival. Es lógico suponer que un equipo de Primera está por encima de otro que juega dos categorías por debajo en la estructura futbolística de la AFA. A eso hay que agregarle el clima en las tribunas. Unos 12.000 tucumanos llegaron a Salta para teñirla de celeste y blanca. Si el fútbol se definiera por el apoyo que los hinchas, el “Decano” ganaba por goleada. Pero como en este deporte lo único que se cuentan son los goles, la historia tuvo un final inesperado. Defensores de Belgrano contó con la complicidad de Franco Sbuttoni para vencer a Cristian Lucchetti. Así ganó 1 a 0 y ahora se medirá con Arsenal, en los 16avos de final.
Un gol en contra vale lo mismo que la más espectacular conquista de Diego Maradona, Lionel Messi o Cristiano Ronaldo. Por eso, los dirigidos por Rodolfo Della Pica siguen en carrera mientras que los hombres de Juan Manuel Azconzábal tendrán que poner su atención en el único objetivo que les queda hasta diciembre: el torneo de Primera.
El principio del fin llegó en los últimos minutos del primer tiempo cuando una jugada preparada del equipo visitante se transformó en el gol en contra de Sbuttoni. A partir de ahí, Defensores de Belgrano hizo lo que mejor sabe: defender en los metros finales de su cancha.
Atlético siempre fue el dueño de la pelota, inclinó la cancha hacia el arco de Aconetani y parecía que el gol no iba a tardar en llegar. Pero sucedió lo contrario y la desesperación comenzó a adueñarse del equipo. Buscó igualar como sea pero no tuvo orden, inteligencia ni precisión. Su rival construyó una “muralla” donde chocaron los intentos del “Decano” que por tercer año consecutivo se despidió de la Copa Argentina en primera ronda. Si alguien se había ilusionado con un duelo contra River en octavos de final, ya lo sacó de la agenda. Ni hablar de una nueva chance para jugar la Libertadores. La historia en esta competencia se terminó en el primer capítulo.