ACTÚAN HOY
• A las 21, en el teatro Alberdi (Jujuy y Crisóstomo Álvarez).

Una coincidencia: las voces de ambas suenan imponentes al otro lado de la línea telefónica; incluso si no se las conociera, podría intuirse que detrás de los vozarrones hay mujeres de carácter. Una diferencia: Adriana Aguirre es arrolladora para hablar, contesta todo sin dudar y apenas hace pausas en su discurso; Beatriz Salomón responde con firmeza, pero con tranquilidad, como si dilatando las respuestas se prolongara también la felicidad que ha recobrado con “Extinguidas”, trabajo que -asegura- la hizo volver “a la cresta de la ola”.

No es para menos. La obra escrita y dirigida por José María Muscari ha cumplido un año en cartel, pero todavía le queda mucha más vida: después de ser aplaudidas durante meses en el teatro Regina de la Capital Federal, sus actrices han emprendido una gira nacional en la que ratifican que lo que hacen gusta y conmueve. “Es una risa y una lágrima -describe Salomón cuando habla del texto-. El público se divierte desde que comienza la función, pero a la mitad se conmueve porque hay unos monólogos preciosos en los que hablamos de nuestra vida personal. Son cosas que nos pasaron y que fueron vistas en la TV o una revista, y otras que nunca contamos”.

La historia reúne en un spa -que luego se convertirá en boite- a 10 mujeres que fueron íconos sexuales en los 80: además de por Aguirre y Salomón, el elenco original está compuesto por Noemí Alan, Luisa Albinoni, Patricia Dal, Camila Perissé, Silvia Peyrou, Sandra Smith, Naanim Timoyko y Pata Villanueva (esta última no vendrá a Tucumán). Las actrices han sido convocadas por un productor teatral que tiene un trabajo para ofrecer. Eso sí: sólo una de ellas se quedará con el puesto, lo que desata una feroz pelea. “Y bueno, nos decimos barbaridades, imaginate a tantas mujeres compitiendo. Aunque todo es ficción, nos representamos a nosotras mismas, papel muy difícil porque usamos palabras que no son de nuestro léxico común”, señala Aguirre.

- Es fuerte el mote de “extinguidas”...

. Beatriz Salomón: (interrumpe) no, no, no es que nosotras estemos extinguidas, sino que está extinguido un tiempo, una etapa del país en la que había respeto, códigos y valores. La idea es recordar eso, con cada una de nosotras que fuimos discípulas de maestros: Alberto Olmedo, Javier Portales, Juan Carlos Calabró, Gerardo Sofovich, Minguito, Tato Bores, todos los grandes del espectáculo que ya no están.

- ¿Tienen nostalgia de esa época?

- Adriana Aguirre: no. Yo vivo para adelante, soy muy futurista. Soy la inventora de la frase “no se puede vivir con los ojos en la nuca”. La gente que mira hacia atrás me parece retro, no se permite avanzar ni reconocer lo bueno que está por venir, porque siempre lo mejor está por venir. Lo demás es pasado. Cuando me convocó, Muscari dijo que me ve como una mujer que se reinventa permanentemente, que no es quedada. Ese es mi temperamento, soy siempre pum para afuera (sic). Ni un paso atrás, ni para tomar impulso.

- BS: sííí. Yo fui muy, muy feliz en los 80 y 90, fue una época maravillosa, majestuosa. No sólo para mí sino para toda la Argentina, porque se vivía de otra manera. No había esta cosa terrible de la inseguridad, de los precios, de los impuestos... La gente se vestía de otra manera, los teatros siempre estaban llenos, había más poder adquisitivo y la gente gastaba más porque ganaba más. Ahora todo cambió para peor.

- ¿Cómo hacer para no quedar estancados en tiempos mejores?

- BS: es algo que empieza desde la cabeza. Las cabezas de compañía, por ejemplo, son personas centradas, que saben dirigir a sus compañeros, acompañarlos, contenerlos y hacer que se respeten. También el país debe funcionar así: si nos dirigen bien, nos cuidan y valoran, todo va a estar mejor, pero en la medida en que un Gobierno se desbanda, los ciudadanos quedamos mal.

- Una cuestión inherente a la obra es el paso del tiempo, ¿es un tema que les preocupa?

- AA: para nada. Si envejecemos es porque Dios nos da vida y hay que ser agradecidos. Si uno envejece con una linda piel porque se cuida, hace gimnasia y come bien, mejor. Si no, cada uno envejece como le parece, según la vida que ha tenido y las cosas que le pasaron. Pero está bueno porque significa que sumamos un día más, y eso es crecimiento mental, físico y espiritual.

- ¿Qué significa “Extinguidas” en sus vidas y carreras?

- BS: es un éxito fantástico, es estar nuevamente en la cresta de la ola, algo que extrañaba. Siento que pude realizarme como actriz.

- AA: es un clic en mi carrera, un cambio muy importante porque, como todo el mundo sabe, yo fui primera figura de los teatros de revista y luego hice muchas comedias, pero esta es la primera vez que hago una comedia dramática, con humor negro. De hecho la gente se sorprende y me redescubre. Además, este año estoy más tranquila porque Muscari nos pidió de forma especial que tengamos perfil bajo. Entonces bajé la onda mediática, que puedo retomar cuando quiera porque es algo innato en mí.

- BS: no nos va el escándalo, tenemos un perfil tranquilo. Si hay algún problema en el elenco se habla entre nosotras, pero no lo exponemos porque la gente está harta del conventillo y además eso no corta boletos. Hay muchos fracasos en teatro y eso sucede precisamente por esta cosa barata de faltarse el respeto y agredirse. Eso no va más, la gente se hartó.