WASHINGTON.- Determinado a hacer “lo que sea” para ganar las elecciones de noviembre en Estados Unidos, Donald Trump cambió a su jefe de campaña por segunda vez en cuatro meses y eligió a alguien que comparte su discurso incendiario y se aleja de la moderación que reclama a gritos el Partido Republicano.
A sólo 82 días de los comicios, los principales medios estadounidenses reaccionaron al anuncio como “un golpe de timón” y “una sacudida”; sin embargo, en el campo demócrata rápidamente desestimaron que la nueva cúpula del equipo de Trump implique un cambio verdadero en la campaña del candidato republicano.
“No hay un nuevo Trump”, sentenció la candidata demócrata, Hillary Clinton, en momentos es que la ex funcionaria está arriba seis o siete puntos porcentuales, según las encuestas publicadas por la web Real Clear Politics.
“Trump puede contratar y despedir a quien quiera, pero sigue siendo el mismo hombre”, agregó la ex secretaria de Estado, que ha concentrado sus esfuerzos en una campaña negativa contra su rival y su discurso racista, machista y políticamente incorrecto.
El nuevo número uno de la campaña de Trump es Stephen Bannon, un ejecutivo de Breitbart News, una cadena conservadora y sensacionalista de medios pequeños, al calor del crecimiento de un movimiento de base ultraderechista y xenófoba en el corazón del campo opositor republicano. (Télam)