HANGZHOU, China.- El presidente Mauricio Macri inició ayer por la noche sus actividades en la República Popular China en el marco de la Cumbre G-20. La agenda del mandatario argentino tenía prevista ayer por la noche una entrevista con su par Xi Jimping, y una reunión esta mañana con el jefe de estado de Rusia, Vladimir Putin.
“Venimos por primera vez a esta cumbre del G-20 con mucha expectativa y con la clara intención de trabajar junto a los países más poderosos del mundo en la lucha contra el narcotráfico, la pobreza y el terrorismo”, manifestó a la edición online de LA NACIÓN el presidente, al arribar junto a la primera dama Juliana Awada y su comitiva, encabezada por la canciller Susana Malcorra, y el ministro de Hacienda y Finanzas Alfonso Prat-Gay. La cumbre con los jefes de Estado del G-20 se desarrollará entre hoy y el lunes.
Los encuentros con Jimping y Putin serán los primeros de una serie de reuniones bilaterales que Macri tendrá con sus pares de India, España, Corea del Sur, Australia y Alemania, para evaluar posibles inversiones. El Presidente participará hoy de la ceremonia inaugural de la Cumbre del G-20 e intervendrá en la Segunda Sesión plenaria: “Hacia una economía mundial más eficaz y eficiente y gobernanza financiera”.
Macri participará el lunes en la Tercera Sesión plenaria “Fortalecimiento de la Inversión y el Comercio Internacional” y luego brindará un discurso durante la Cuarta Sesión plenaria y almuerzo de trabajo de los líderes del G-20 “Desarrollo Inclusivo e interconectado”.
La llegada del Presidente a China generó expectativa e incertidumbre entre empresarios, que en el marco de un seminario realizado en la Bolsa de Comercio, habían advertido hace una semana sobre los riesgos que correría la industria local si Argentina reconoce a China como una economía de mercado, situación que se planteará en diciembre de este año, en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Sin embargo, el embajador argentino en China, Diego Guelar, minimizó la preocupación de los industriales, a los que atribuyó problemas de “competitividad” , y sostuvo que el país asiático debe ser reconocido como economía de mercado, ya que “el 60% de su producción es privada”. (DyN-Especial)