Al momento de enunciarlo, el partido de dobles de la serie semifinal de Copa Davis es un elemento independiente. Tiene sus protagonistas, su desarrollo y sus números. Por eso se debe escribir que los hermanos Murray derrotaron a Juan Martín del Potro-Leonardo Mayer por 6-1, 3-6, 6-4 y 6-4.
Fue un punto absolutamente lógico: ganó la pareja candidata a priori tras manejar mayormente situaciones y variables y exhibiendo tremendas destrezas en el juego de red. En este aspecto, siempre vital en la disciplina, Jamie Murray destacó con agilidad de movimientos, firmeza y sensibilidad para volear. Del lado argentino, la mejor dupla posible del equipo mostró velocidad de impacto y una buena postura competitiva, pero quedó corta de variantes ante dos rivales superiores.
La serie queda 2-1 en favor de Argentina que, claro está, tiene dos partidos de domingo para ganar el punto que falta. Este es el “lugar deportivo” en que el dobles deja de ser un hecho separado para convertirse en un eslabón central de la cadena de análisis.
Vale preguntarse por qué jugó Del Potro, inevitablemente cansado tras el desgaste del viernes. Y vale tomar en cuenta el trascendido que dice que su físico quedó tan al límite que el propio Juan Martín le manifestó al capitán su imposibilidad de jugar otro single, aún con un día de descanso. Puede ser una buena base para entender la razón de su presencia.
El final de esta idea es que no habría Del Potro en un decisivo quinto punto de hoy domingo, aunque sobran los ejemplos de lo que la adrenalina consigue hacer en un cuerpo agotado cuando el deseo competitivo se mantiene encendido.
“Más de ocho horas en un fin de semana es suficiente tenis para mí en este momento de mi carrera”, dijo Del Potro. Las palabras del tandilense tras el dobles parecen avalar el planteo anterior aunque me permito dejar un pequeño espacio para una declaración que busque sembrar dudas en el búnker rival. Eventualmente, la presencia de Federico Delbonis en el juego de cierre no sería una carta a despreciar: en series anteriores, el de Azul ha dado sobradas muestras de buen manejo de la presión durante partidos sin margen.
La mirada sobre el quinto punto se presenta imprescindible dado que el cuarto luce casi utópico, incluso poniendo por escrito la exigencia acumulada en las dos jornadas por Andy Murray. Frente al número 2 del mundo, Guido Pella deberá jugar a un nivel al que jamás ha jugado para intentar la hazaña. En la especulación previa hay pocos argumentos para defender sus chances de triunfo.
Sea como sea, Argentina llega al domingo con un escenario auspicioso. Con opciones, con posibilidades, con variantes. Es la consecuencia de estar jugando una gran serie a un altísimo nivel. No deberíamos olvidar esto mañana lunes, termine como termine.