Siete policías se sentaron en el banquillo, listos para ser juzgados por el abuso sexual de una joven trans. Pero ni siquiera llegaron a leerles la acusación debido a que faltaba una de las defensoras y a que el representante de uno de los imputados insistió en que se suspenda el juicio, planteo que finalmente fue rechazado por el tribunal de la Sala III.
“Esta es una muestra más de la crisis que tenemos en la Justicia”, dijo el presidente del tribunal, Dante Ibáñez, luego de explicar que la audiencia se iniciaba dos horas tarde porque debieron reemplazar a un fiscal y a una defensora. A último momento se les solicitó a la fiscala de Cámara Estela Giffoniello y a la defensora oficial Rosa Nosetti que participaran del proceso. Sin embargo, esta última se inhibió tras argumentar que en varias oportunidades le había tocado asistir a la víctima, por lo que no consideraba oportuno representar a uno de los imputados. El tribunal comprendió la situación y pasó a un cuarto intermedio hasta hoy, cuando se reintegre Rosario Nougués, la defensora asignada.
Rechazo unánime
Previamente, se produjo un caluroso intercambio entre Ibañez y el abogado Roberto Flores, que representa a uno de los acusados. El letrado había solicitado que se suspenda el debate porque uno de los miembros del tribunal también debió ser reemplazado. Se trata de Carlos Santiago Caramuti, quien se encuentra con licencia por razones de salud y cuyo lugar fue ocupado por Fabián Adolfo Fradejas.
El argumento de Flores fue que tanto Fradejas como Ibáñez y Néstor Macoritto (el tercer miembro del tribunal) habían participado del juicio en el que fue condenada “Belén”, quien recibió la pena de ocho años de prisión por el delito de homicidio agravado por el vínculo mediando circunstancias extraordinarias de atenuación. Ese fallo fue duramente cuestionado por varias organizaciones sociales y por el propio ministro fiscal, Edmundo Jiménez. Además, la Corte Suprema de Justicia -que estudia ese caso- revocó la prisión preventiva de la joven, ordenada por el tribunal.
Por lo tanto, Flores expresó su temor de que esta causa sea “mediatizada a favor de la víctima” y que eso condicione a los jueces, quienes “fueron catalogados como machistas por el caso Belén”. Además, expuso que supo de una reunión que habían mantenido previamente los vocales con la víctima. “Por esos motivos, solicito la inmediata suspensión del juicio por recusación”, finalizó.
El planteo fue rechazado de manera firme y unánime por los jueces. “Ese juicio (por el caso ‘Belén’) finalizó hace seis meses. ¿Por qué no recusó antes al tribunal?”, cuestionó Fradejas. Inmediatamente después, Ibáñez criticó el planteo por considerarlo extemporáneo y hasta advirtió que el tribunal analizaría una posible sanción para Flores.
“En cuanto a los supuestos dichos del juez machista, que se haga cargo quien lo haya dicho porque yo no me siento tocado”, agregó el magistrado. Respecto a la reunión con la víctima a la que había hecho alusión Flores, Ibáñez aclaró: “acá no hubo ninguna reunión oculta con la víctima, se la citó porque se planteaba un pedido relacionado con su custodia y debía estar presente”.
La llevaron al calabozo
Los policías acusados prestaban servicio en la seccional 4ª, donde sucedieron los hechos el 27 de noviembre de 2013. En aquel momento la joven trans tenía 21 años y había sido aprehendida por una contravención. De acuerdo con la acusación formulada por el fiscal de Instrucción Washington Navarro Dávila, los policías abusaron de ella y luego la hicieron ingresar al calabozo para que los presos también se aprovecharan de la joven.
Los imputados son Rubén Ernesto Aguirre, Walter Francisco Trejo, Miguel Antonio Concha, Ramón Julio César Ledesma, Roberto Antonio Gallardo y Aldo Omar Quiroga. Este último era el jefe de la comisaría.