Cuando parecía que luego del retiro de la Selección de Emanuel Ginóbili había que empezar a llorar a la Generación Dorada, la temporada 2016/17 de la NBA viene no sólo a secar las lágrimas de los fanáticos argentinos del básquet sino también a invitarlos a mirar adelante.
Además de los que ya vienen jugando en la mejor liga del mundo, Emanuel Ginóbili (San Antonio Spurs) Luis Scola (Brooklyn Nets) y Pablo Prigioni, (Houston Rockets) durante el verano septentrional firmaron contratos con diferentes franquicias de la NBA, Nicolás Brussino (Dallas Mavericks), Patricio Garino y Nicolás Laprovíttola (San Antonio Spurs).
Los nuevos son parte del recambio que en realidad viene experimentando “El Alma” desde un tiempo antes al adiós de “Manu” en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Brussino y Garino apenas tienen 23 años y Laprovíttola, 26. Sin dudas, son la energía renovada que necesita un equipo en transición y que con su llegada a la NBA confirman que esa mirada no es sólo la de sus compatriotas.
De la Liga, sin escalas
Un dato no menor lo aporta Brussino: es el primero de la larga lista de argentinos en el mejor básquet que arriba directamente desde la Liga Nacional sin siquiera haber pisado suelo europeo. Todo un triunfo.
El santafesino jugó la temporada pasada de la Liga local en Peñarol, de Mar del Plata.
La nueva temporada de la NBA ,que arranca el 25 de octubre, será sumamente interesante para los argentinos. La última vez que hubo seis compatriotas en una temporada fue en la 2007/08 cuando además de los tres que ya venían jugando estaban Carlos Delfino (Toronto Raptors), Walter Herrmann (Charlotte Bobcats) y Andrés Nocioni (Chicago Bulls).
Las diferencias con esa temporada son para tener en cuenta, de todas maneras. Las tres caras nuevas firmaron contratos con los equipos pero lo hicieron para la pretemporada y no es seguro que arranquen jugando.
Cada equipo de la NBA tiene que tener un tope de 15 jugadores con contrato y en el caso de San Antonio, ya hay 14. Es decir, Garino y Laprovíttola lucharán (de hecho ya empezaron a hacerlo) en los partidos de preparación por un lugar. Lo mismo sucede con Brussino en los “Mavs”.
Sin embargo, no significa que no vayan a jugar. De no quedar en la “planta permanente” del equipo, pasarán a jugar la Liga de Desarrollo, una especie de Reserva donde participan los equipos satélite de cada franquicia y que ante cualquier eventualidad o decisión técnica, pasarían a la Primera, con chances de quedar.
Esa posibilidad y el hecho de que se hayan fijado en ellos ya amerita a no llorar más a la Generación Dorada y mirar adelante. La renovación está en marcha
El resto de los contratados
Pablo Prigioni firmó contrato por dos años y U$S 2,2 millones pero la segunda temporada no es garantizada y la opción de ejecutar la cláusula de continuidad o rechazarla es de Houston Rockets. El vínculo de Nicolás Brussino es por tres años parcialmente garantizados y U$S 2,5 millones. De los U$S 543.471 de la primera temporada, sólo están garantizados U$S 100.000. Nicolás Laprovíttola percibiría, en su primer año, un sueldo de U$S 500.000.
El choque entre la Liga Nacional y la NBA
San Lorenzo, participante de la Liga Nacional, jugará el viernes ante Toronto Raptors, en Canadá, en el primer partido que enfrentará un equipo de nuestra competencia con uno de la NBA. Sin dudas, un momento único para la historia de nuestro básquet.
Sus primeros puntos
El primer partido de los nuevos argentinos en la pretemporada de la NBA fue más que positivo. San Antonio perdió con Phoenix pero Laprovíttola estuvo en cancha 12 minutos, en los cuales consiguió 6 puntos, aportó 4 asistencias, tomó 2 rebotes, consiguió un robo y sufrió una pérdida de balón. Por su parte Garino, que fue el penúltimo jugador de San Antonio en ingresar, tuvo poco más de 16 minutos en cancha, en los que logró 3 puntos, una asistencia y un robo. En su primer partido para los Mavericks, en la derrota ante New Orleans Pelicans, Brussino convirtió 13 puntos y en la victoria ante Charlotte Hornets, hizo cinco.