La Corte Suprema de Justicia de Tucumán invitó al arzobispo Alfredo Zecca a precisar a quiénes se refiere cuando habla de la corrupta complicidad de miembros de los poderes públicos que permiten que los delitos queden impunes y sigan creciendo hasta amenazar la posibilidad de una convivencia justa y pacífica en la sociedad tucumana. El comentario forma parte de un comunicado que emitió el Arzobispado y el Presbiterio a propósito de la muerte del sacerdote Juan Viroche y de los crímenes que este denunciaba. Luego de celebrar una reunión, el alto tribunal decidió ayer contestar con otra nota de prensa. “Las expresiones generales e imprecisas no hacen más que afectar el buen nombre y honor de quienes cotidiana y dignamente ejercen su función en el Poder Judicial”, expresaron los vocales Antonio Gandur (presidente), René Goane, Antonio Estofán y Claudia Sbdar.
Se trata de la primera alusión que el alto tribunal hace respecto del caso de Viroche, quien falleció en circunstancias no esclarecidas el 5 de octubre pasado (la investigación del deceso está en manos del fiscal N°4, Diego López Ávila). El clero había deslizado la hipótesis de impunidad y corrupción estatal el 13 de octubre pasado, luego de afirmar que le dolía el fallecimiento del párroco de La Florida, y la pérdida de miles de vidas de adolescentes, jóvenes y adultos que se apagan consumidas por la droga, el alcohol y la violencia, además del escándalo de la explotación sexual infantojuvenil.
“Las declaraciones vertidas por el Arzobispo de Tucumán, monseñor Zecca, no constituyen un aporte para la solución del conflicto que pone de relieve, toda vez que no precisa de ningún modo en qué consistirían los hechos de corrupción ni cuáles serían sus autores”, manifestaron los vocales. Gandur, Goane, Estofán y Sbdar invitaron a Zecca a mantener una instancia de diálogo respetuoso y honesto, en la que aquel pudiese manifestar sus concretas denuncias y preocupaciones.
“La Corte reitera su absoluta disposición para recibir las inquietudes de la ciudadanía toda, pues es la primera interesada en mejorar el servicio jurisdiccional de modo de hacer realidad el compromiso constitucional de afianzar la justicia”, aseguraron los miembros del máximo estrado provincial. Pese al llamado al diálogo, la nota de prensa distribuida este martes al mediodía no habría caído bien en el Arzobispado. Fuentes de esa sede anticiparon que barajaban replicar al alto tribunal con otro comunicado más crítico que el que había dado lugar a la reacción de los vocales. Es un momento delicado para Zecca: distintas versiones dan cuenta de un eventual malestar para con él en la alta jerarquía de la Iglesia como consecuencia del manejo del caso “Viroche”.
“Como ciudadanos responsables, nos toca continuar exigiendo a las instituciones democráticas que destierren la corrupción, el miedo y la instalación del delito organizado”, habían manifestado Zecca y los presbíteros de la provincia en el texto cuya vaguedad objetó la Corte. El roce entre la Iglesia local y el Poder Judicial llamó la atención por su rareza: los memoriosos de Tribunales no recordaban antecedentes de un intercambio similar entre ambas instituciones en los últimos tiempos.
En tránsito hacia Bolivia
El vocal Daniel Posse no firmó el comunicado de prensa junto a sus pares de la Corte porque ayer partió hacia Sucre (Bolivia) en una misión oficial. Interlocutores del Consejo Asesor de la Magistratura (CAM), órgano que Posse preside, explicaron que el funcionario público viajó con un grupo de consejeros y miembros de la Escuela Judicial para firmar un convenio de cooperación. La delegación está integrada por los consejeros del sur, Raúl Fermoselle y Martín Tello, y por Fernando Ganami, director del departamento académico del CAM. En la Corte comentaron que Posse tenía previsto reintegrarse este viernes.