MENDOZA.- La tía de los niños heridos a puñaladas por el femicida de Mendoza contó hoy que su sobrino de nueve años presenció el inicio de los ataques. Dijo que el agresor "en un momento se volvió loco" y aseguró que salvó su vida porque "pasó toda la noche escondido en el baúl" de un auto, que el asesino "no pudo abrir" a pesar de varios intentos.
"Lo que el nene cuenta es que él (Daniel Gonzalo Zalazar Quiroga) llegó y al principio estaban hablando lo más bien, que estaban perfectos, charlando, y que en un momento se volvió loco y empezó a matar a todos y él logro correr hacia el patio", contó Paola, hermana de la asesinada Claudia Arias (31), en diálogo con C5N.
"Él lo vio al nene, que salió corriendo y se escondió detrás de unas plantas. Entonces este tipo sale con una linterna a buscarlo hasta que no lo pudo encontrar y se mete en la casa de vuelta", añadió la mujer.
"Cuando mi sobrino ve que entra -relató la mujer-, sale de donde estaba y se mete en el baúl del auto. Este tipo lo escucha y va al baúl, intenta abrir pero no pude. Entonces mi sobrino pasó casi toda la noche ahí adentro y cuando no escuchó mas nada vio que había una caja de herramientas, abrió, salió y se encontró con todo adentro de la casa. Ahí fue cuando llamó a mi mama".
Paola dijo que su sobrino permaneció escondido entre las 2.30, hora en la que se iniciaron los ataques, y las 8, cuando llamó a su abuela para pedirle que avisara a la policía.
Visiblemente conmocionada, Paola contó que su sobrino está ahora en la casa de su abuela materna junto a otra hermana de 13 años, mientras que la beba de 10 meses -hija del atacante- y otro niño de 11 permanecen internados en estado delicado debido a que ambos fueron apuñalados.
Sobre esos niños, la mujer aseguró que estaban conscientes cuando llegó la policía y que ambos debieron ser operados y permanecen en coma farmacológico a la espera de su evolución.
Al ser consultada por el vínculo que su hermana tenía con Zalazar, Paola contó que no habían mantenido una relación muy larga, ya que cuando él se enteró de que estaba embarazada "no quiso saber más nada".
Además, agregó, como él vivía en el sur del país no se veían ni tenían contacto, solamente telefónico cuando él le avisaba que le iba a pasar algo de dinero por la beba, a quien no conocía ni quiso reconocer.
"Lo raro fue que ese día le dijo que iba a llevarle leche y nos pareció extraño porque él no vivía por acá", agregó la mujer, quien aseguró que jamás su hermana había denunciado al agresor por nada, ya que "no tenía contacto con él".