BUENOS AIRES.- Boca no pega una y este 2016 seguramente será olvidado rápidamente por sus fieles, que no pueden dejar de recibir mazazos.
Es que a lo largo de este año, el “Xeneize” encadenó una frustración detrás de otra. Y ayer, sumó un capítulo más a una saga que parece de terror.
Los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto tenían la chance de tomarse revancha de Rosario Central (fue el “Canalla” el que lo sacó de Copa Argentina y le quitó la última chance de meterse en la Libertadores del próximo año) y de paso seguir siendo escolta del líder Estudiantes en el torneo doméstico y evitar que el “Pincha” se aleje en la cima.
Pero no. Todo le salió el mal a un Boca que pegó de entrada, pero que durmió en el fondo, le empataron rápido, tuvo toda la mala suerte del mundo y no supo cómo perforar el planteo súper mezquino que diseño el DT Eduardo Coudet.
Finalmente fue 1-1. Darío Benedetto adelantó a los locales; mientras que Teófilo Gutiérrez marcó el empate definitivo.
Boca fue amo y señor durante casi todo el partido. Tuvo un arranque arrollador, acorraló a su oponente durante los primeros minutos y se puso en ventaja con una exquisita definición del ex hombre de Arsenal, Defensa y Justicia y América de México, entre otros equipos.
Pero su defensa volvió a mostrar una falta de coordinación alarmante -no es la primera vez que le sufre este tipo de errores en lo que va de este torneo- y “Teo” aprovechó para sellar el empate y desatar la furia colectiva en “La Bombonera” -ver destacado aparte-.
A partir de ese momento, Boca volvió a tomar el mando, casi exclusivos de las acciones y dispuso de no menos de siete chances claras para quedarse con los tres puntos, algo que hubiera sido justo, pero entre Sebastián Sosa, los palos y el travesaño impidieron que el equipo de los “Mellizos” se fueran victoriosos.
Eso sí, el “Xeneize” fue de mayor a menor en el juego. Como boxeador que no puede noquear a su oponente y comienza a ponerse nervioso, Boca entró en pánico y Rosario Central respiró aliviado.
El equipo del “Melli” no pasó del empate, no consiguió vengarse de su reciente verdugo, perdió la segunda posición en la tabla y Estudiantes está cada vez más lejos. Sí, todo mal, como a lo largo de este 2016; que en La Boca piden a gritos que se termine. (Especial)