Los minutos parecen correr como en un reloj de arena para los hinchas “decanos”. Es que, aunque cada vez queda menos, el tiempo parece paralizado y da la loca sensación de que el lapso que falta para la gran cita aumenta en vez de disminuir. Sí, la ansiedad domina al mundo Atlético. Un cóctel de nervios, optimismo, cautela, y la necesidad imperiosa de que llegue la hora señalada para que el balón comience a rodar en el estadio “José Fierro” de una buena vez.

La fiebre y la invasión de hinchas, que habían comenzado a “acampar” desde la tarde del domingo en los puntos de expendio de entradas, estalló en la mañana de ayer, cuando se largó la venta mucho antes de la hora prevista.

Se le durmió el gallo

Marcos Massons, un fanático de 17 años, llegó al local de Pálpitos en busca de su entrada algo nervioso y preocupado, por no saber si iba a conseguir. “Anoche me fui a acostar un rato después de cenar para salir tipo 1 de la mañana hacia el bingo…pero me dormí. ¡Me quería matar!”, comenta el joven traicionado por el sueño. “Me levanté tipo 9 y me vine a tirar un lance”, prosigue el relato, que finalmente tuvo el desenlace esperado: relajado y con una sonrisa de oreja a oreja, sostiendo en la mano dos entradas preferenciales para el partido de esta noche contra El Nacional. Encuentro al que asistirá acompañado de su pequeña hermana Melany, como de costumbre. “Estoy más que feliz”, señaló. Ya pensando en el partido, vaticina un 2-0 para Atlético. ¿Los goles? Eso a Marcos no le interesa. “Que los haga cualquiera, para ir tranquilos allá, acá hay que ganar”, establece prioridades el joven, que ubica a este partido en el podio de los más importantes de la historia del club. No obstante, por motivos personales valora más a los que le dieron el último ascenso a Primera, ya que le costó mucho conseguir la plata de la entrada. “La conseguía de donde sea. Para ir a la cancha dejaba todo”, asegura quien ésta noche se ubicará en la tribuna Laprida para alentar al “Decano” en el duelo por la fase 2 de la Copa Libertadores.

La multitud se desconcentró temprano. Todos consiguieron su respectiva entrada y la venta continuó sin incovenientes en los dos centros habilitados. Aquellos que decidieron ir al mediodía ganaron por goleada. Ninguno hizo cola. Llegaban, pasaban por boletería y se iban felices. Desde el club se informó que el remanente se venderá hoy en la Liga y en Pálpito, a partir de las 10.

En el sector de la Laprida estará también Julio Guillermo Rueda, que no esconde su felicidad libre de culpas porque su trabajo no le impedirá asistir al espectáculo, ya que estará de franco. “Justo hoy me toca descanso. Parece que se ha puesto el orden cósmico para mí”, señala Julioa LG Deportiva.

“Con un 2 a 0 me conformo”, asegura, aunque aclara: “si ganamos por más, mejor todavía”. Al igual que Marcos, le da lo mismo que a los goles los hagan los delanteros, los volantes, los defensores o hasta el mismo Cristian Lucchetti. “Espero que Zampedri y ‘El Pulga’ (Rodríguez) estén iluminados”, ruega. ¿Y la revancha? “Le tengo terror a la altura”, admite en la previa de un martes que no se parecerá a ningún otro martes. Es el día del primer partido de Atlético en una Libertadores.