CIUDAD DEL VATICANO.- La vaticanista de la agencia Associated Press, Nicole Winfield, dio una primicia que impactó por el desconcierto que causa: el papa Francisco, que reiteradamente promete “tolerancia cero” con los curas que abusan sexualmente de menores, redujo “discretamente”, o sea sin hacerlo público, las sanciones a “un puñado” de clérigos pedófilos. Su decisión cayó mal entre las víctimas y los asesores pontificios.
El castigo apartaba al cura culpable del sacerdocio, pero la reducción de la pena establecida por el Papa en nombre de la misericordia, los condenó a “una vida de penitencia y oración y a la prohibición de ejercer públicamente su ministerio” sacerdotal.
La sanción más blanda es la misma que le fue aplicada al considerado más devastador abusador sexual en la Iglesia contemporánea, el líder carismático de los Legionarios de Cristo, padre Marcial Maciel, debido “a su edad y problemas de salud”. Maciel era candidato a los altares hasta que por iniciativa del entonces cardenal Joseph Ratzinger, principal colaborador de Juan Pablo II, fue descabezado por sus andanzas como pedófilo durante más de 30 años y padre de dos hijos. Pero también Maciel evitó volver al estado laical.
Dos abogados canónicos y un funcionario anónimo de la Iglesia informaron sobre la reducción misericordiosa de los castigos a los curas pederastas por el Papa.
El portavoz del Vaticano, Greg Burke, dijo a Nicole Winfield que el concepto de la misericordia de Francisco se aplica “incluso a los culpables de crímenes atroces”. Dijo que los sacerdotes abusadores son suspendidos del ejercicio público de los oficios, “pero no necesariamente regresados al estado laico”. Burke reconoció que para muchas víctimas es difícil encontrar una señal de misericordia en estos casos.
El Papa dijo hace poco que los curas abusadores sexuales de niños y menores padecen “una enfermedad”, argumento que “usan los abogados defensores para mitigar las sentencias canónicas”.
Francisco pasó por alto la recomendación de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que tiene a su cargo los casos de abusos sexuales y pedofilia en la Iglesia, que había sentenciado la reducción al estado laical de los curas pederastas castigados.
Marie Collins, la irlandesa víctima de abusos sexuales por parte de un clérigo, expresó su consternación ante la decisión del Papa de reducir las sanciones. (Especial)