“La hipótesis de que el plan Más Cerca ha sido concebido desde el Poder Ejecutivo Nacional como un mecanismo para el desvío de fondos, la malversación, los pagos de sobreprecios, entre otros delitos, encuentra sustento en el descubrimiento de un mismo modus operandi en distintas localidades del país en el que ha sido replicado”.
Casi al final de la página 17 de la denuncia que la senadora Silvia Elías de Pérez radicó en los Tribunales Federales se plantea esa presunción. El fiscal federal Carlos Stornelli habría dado por probada esa hipótesis y por ello pidió indagar al ex ministro de Planificación, Julio de Vido; al ex gobernador de Tucumán, José Alperovich, y al detenido ex secretario de Obras Públicas, José López. Los acusa de graves irregularidades en la realización de obras públicas con sobreprecios y sin control contratadas por la Nación, la provincia y los municipios, que involucran fondos por $ 1.287 millones.
Con esa acción, Stornelli hizo realidad la peor de las pesadillas de Alperovich, la de observar su propia sombra atravesando los pasillos de los tribunales. El senador siempre hizo gala de su invicto judicial. Ahora podría perderlo y arrastrar con él a ex funcionarios que hoy continúan siendo claves en la administración de su sucesor, Juan Manzur.
Apenas trascendió la decisión del fiscal federal arreciaron las versiones sobre los motivos del reimpulso que cobró la denuncia de Elías de Pérez, formulada a mediados del año pasado. La senadora razonó que, simplemente, lo que hizo Stornelli fue lo que no realizaron los hombres de la Justicia tucumana, ni en su fuero provincial ni en el federal. “Si el juez (Daniel) Bejas hubiese hecho lo que tenía que hacer, esto habría avanzado mucho antes”, lanzó contra el magistrado federal. También recordó las denuncias provinciales que duermen en los estantes del palacio vernáculo. La radical pareció enviarles un mensaje a los investigadores de estos pagos, siempre atentos para que no se rompa el récord de cero causa de corrupción con avance efectivo.
Otra fue la lectura desde el peronismo. Lo primero que recordaron los más “K” es que Stornelli es un hombre muy cercano al presidente de Boca Juniors y presunto operador de Mauricio Macri en los Tribunales Federales porteños, Daniel Angelici. ¿No será que le están poniendo un tapón al verdadero dueño del poder político tucumano?, se preguntaban algunos. Alperovich, en las últimas semanas, apareció por la Casa de Gobierno (algo que en poco más de un año había hecho una sola vez) y se reunió con funcionarios nacionales. Pareció confirmar que es como esos pilotos de los drones, que todo el mundo busca, pero nadie ve. ¿Se mostró y le cayeron encima para voltear el “avioncito”?
Las derivaciones
Volviendo a la causa, los opositores más optimistas confían en que esta denuncia será la punta del ovillo que permitirá desenredar la madeja que esconde otros casos de corrupción. Por ejemplo, uno de los ítems del escrito de Elías de Pérez plantea que en las cuentas abiertas en el Banco del Tucumán para el Plan Más Cerca se depositaba más dinero que el destinado para una obra. Literalmente, sobraba dinero. Lo que se pregunta en la presentación judicial es de dónde provenían esos fondos, para qué se destinaban y por qué se depositaban en cuentas cuyo destino específico era la de recibir los recursos del Más Cerca. ¿Se buscaba hacer ingresar al circuito dinero difícil de justificar? Podría haber novedades en ese aspecto.
También aparecerían irregularidades con viviendas, mejoras habitacionales y obras públicas desde pequeñísimas hasta millonarias, que desencadenarían en un desfile de otros ex funcionarios -varios aún en funciones- por los Tribunales. Todo dependerá del avance de la causa y de las pruebas que vaya acumulando el fiscal.
Otra incógnita acarrea la decisión de Stornelli: ¿por qué ningún juez, en ningún distrito del país, investigó antes estas irregularidades? Las arbitrariedades judiciales hacen pensar que la política se impone entre algunos togados, siempre temerosos o complacientes con el poder de turno.