Según pasan las horas, en el búnker de Atlético la construcción de la estrategia para el duelo del domingo en casa de Temperley, a las 18.30, va tomando forma. Es el partido para el “Decano”. Es el juego que podría dejarlo a nada de asegurarse la permanencia en Primera por una temporada más; es el juego que necesita el equipo para volver a reencontrarse con su fútbol, con su intensidad, con... los goles.

Sí, los goles, porque últimamente, si algo no le gustó a los propios protagonistas es la falta de efectividad que demostraron padecer en la zona caliente. “Ojalá podamos ganar por tres goles, meter tres o cuatro y cortar esa rachita de que no podemos convertir, porque estamos fallando en la definición”, se ilusiona Guillermo Acosta, el cerebro de un mediocampo que si se levanta con jaqueca futbolística, mínimo el equipo siente migraña.

Acosta es la luz en el sector de la medular de Atlético. “A veces eso genera una presión extra en mí, pero me gusta porque la gente me pide, me exige. Hay que seguir trabajando y mejorando constantemente”, dice quien prácticamente no conoce lo que es no jugar en este inicio de 2017 cargado de Copa Libertadores y de fútbol de Primera. “Hay que cuidarse al máximo para estar siempre bien”, entrega la receta el socio de Nery Leyes. Juntos son dinamita.

Nery es el sabueso y “BB” el arquitecto. Es Acosta, a veces, el nexo entre los carrileros y también los defensores. Ojo, si la táctica lo permite, también se anima a llegar al arco contrario. Le gusta la sangre.

La anemia ofensiva de Atlético se remonta a los dos últimos matches, el 1-2 con Peñarol, por la fecha 2 del grupo 5 de la Copa, y el 0-0 ante Aldosivi. La toma con pinzas a la situación Acosta, porque al “Decano” le faltó esa cuota de suerte que hace que si la pelota choca con el palo, ésta vaya dentro del arco y no afuera, como le sucedió con el “Carbonero” en Montevideo.

Hoy por hoy, ni en Ojo de Agua ni el Monumental se habla de la Libertadores. No. La mira está enfocada en el “Gasolero”. “Será un rival difícil”, reconoce Acosta, sin dejar de soñar con romper con el maleficio de los “casi goles”.

“Esperemos ganarlo”, pide nuevemante el nacido en Banda del Río Salí, y continúa: “nuestra ilusión y deseo es seguir haciendo bien las cosas como hasta ahora. Queremos que Atlético siga en Primera. Por eso, vamos a ganar. Hay que ganar”.

A sabiendas de que no hay duelos de Copa en el futuro inmediato, Pablo Lavallén aprovechó la jornada táctica de ayer para devolverle a cada uno de sus jugadores clave su lugar en la formación que jugará por el torneo local, el domingo ante Temperley. No habrá mix.

El DT casi que repetirá el “11” ideal que perdió ante Peñarol, con la salvedad de que Leonel Di Plácido ocupará el lugar de Mauricio Rosales. O sea, jugarán: Lucchetti, Di Plácido, Bianchi, Canuto y Evangelista; Aliendro, Acosta, Leyes y Barbona; Menéndez y Zampedri.