Su personalidad sorprendente para alguien de 20 años. También llama la atención su gran capacidad para ganar en el área rival y convertir goles claves en esta temporada para San Martín. Esas virtudes permitieron que se gane la titularidad y se transforme en una pieza clave de la estructura defensiva del equipo de Diego Cagna. Pero la rueda giró y la historia se cambió para Rodrigo Moreira. El central, al igual que todo el equipo, no tuvo buenas actuaciones en los últimos juegos, algunos errores costaron caro y las críticas comenzaron a caer una sobre otra.
El central, cuyo pase pertenece a Independiente, no se esconde ante las críticas. En diálogo con LG Deportiva dejó en claro que tiene todas las ganas de revertir el panorama, de aportarle soluciones al “Santo” y lograr, junto con sus compañeros, que el equipo pueda revertir una mala racha que parece ser eterna.
“Las críticas duelen, obvio. Pero no hay quedarse de brazos cruzados. Estoy convencido de que vamos a superar este momento y que volveremos a ser protagonistas”, explicó.
Moreira no dejó tema por tocar y apuntó al domingo, cuando Instituto visite La Ciudadela, como el día señalado para arrancar de raíz la seguidilla de derrotas.
- ¿Las tres derrotas minaron el ánimo del grupo?
- Estamos bastante bien. Debemos aceptar las críticas; tomarlas como parte del juego y trabajar para salir adelante. Cuando las cosas están mal se habla demasiado. Salió en varios lugares que yo incluí en el contrato una cláusula de titularidad asegurada. Es una locura. Pero ya está, no pienso en eso; quiero que el equipo gane y todo comience a solucionarse. Hoy somos los peores; pero vamos a salir a flote.
- A tu edad, ¿pesa más esta crisis del equipo?
- Los compañeros de más experiencia me ayudan muchísimo. Nadie es perfecto; sé que cometí varios errores en estos últimos partidos, pero es parte de la vida y del fútbol. Tengo que mejorar y estoy convencido de que voy a hacerlo. También estamos en una racha muy dura, pero vamos a salir. Este grupo tiene una garra tremenda.
¿Los mayores bancan la parada en este momento?
- Cada jugador tiene una responsabilidad. Hay que ser autocrítico y estar preparado para soportar la críticas, levantar la cabeza y mirar hacia adelante. Este es un club grande que quiere ascender y donde la gente siempre exige. Por eso debemos seguir trabajando para revertir este presente. Es difícil, pero acá hay material para dar vuelta la situación.
- ¿Qué temas se tocaron en las charlas grupales de esta semana?
- No hace falta hablar. Hay que poner el pecho, corregir errores e intentar salir adelante. Nadie debe caerse; somos los primeros que queremos mejorar. Esto es fútbol y es una rueda; hoy estás abajo y mañana podés estar arriba.
- ¿Cómo toman las críticas?
- Depende de cada uno. Con Chicago nos mataron, pero jugamos un gran partido ante Argentinos. Hay que estar tranquilos, siempre que no ganás se dicen cosas, te critican... Hay que seguir adelante.
- ¿Cambió el objetivo respecto al que se habían trazado en la pretemporada?
- No, para nada. Acá, todos los que integramos este plantel, queremos revertir esta mala racha, que es solamente eso, y volver a pensar en nuestro objetivo principal que es pelear más arriba. No se nos pasa por la cabeza mirar hacia abajo. Este es un grupo muy bueno en todos los aspectos y que va a salir adelante; de eso estoy seguro.
De visitante, cuesta
- En el arranque del torneo vivieron una situación similar, ¿apuntan a que sea igual ahora?
- Así es. Si jugamos como el viernes todo va a cambiar. Tenemos una falla que es que nos cuesta mucho ganar de visitante y lo debemos corregir. No puede ser que el equipo cambie tanto de un partido a otro. Estamos en un club grande donde siempre hay que ser protagonista.
- Y ganar en casa ahora...
- De local no podemos perder un punto más. Estamos en una racha mala, larguísima. Debemos cortarla como sea el domingo contra Instituto. Estamos pasando por un momento en el que al mínimo error lo pagamos carísimo. Por eso hay que estar doblemente concentrado y hacer las cosas bien. Ganando el domingo, todo comienza a encarrilarse.