BUENOS AIRES.- El Gobierno nacional defendió y ratificó su política económica ante más de un millar de líderes regionales y empresarios reunidos en el Foro Económico Mundial que finalizó ayer en esta ciudad y que tuvo como telón de fondo un paro general dispuesto por la CGT, justamente, en reclamo de un cambio de rumbo. Durante las dos jornadas de debate con funcionarios de gobiernos de una decena de países de la región y visitantes de 65 nacionalidades, la mayoría de los integrantes del Gabinete nacional participaron de distintas sesiones y paneles y en todos los casos remarcaron la herencia recibida por la administración de Mauricio Macri y las acciones que se tomaron para sustentar lo que aseguran es un “cambio estructural” de la Argentina. Ayer fue el turno del presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, quien afirmó que bajar la inflación es el mejor instrumento para favorecer a los más pobres. El titular de la autoridad monetaria enfatizó: “hay que parar con la improvisación; no hay que inventar nada, sino que hay que replicar otras experiencias internacionales”. Luego dijo que la inflación, junto con una macroeconomía estable, son “la agenda y la responsabilidad” de la autoridad monetaria. “Reducir la inflación -indicó- tiene un componente que está ausente en el debate en la Argentina, que es que cuando uno la reduce tiene un enorme aumento y mejora en el capital de los más pobres”. Los países que bajaron su inflación desde el 20%, duplicaron su crecimiento los 10 años siguientes, agregó. Asimismo, Sturzenegger señaló que la eficiencia de este Gobierno debe residir en tres principios, que son “crear impuestos lo más bajo posibles, lo más sencillos posibles y controlar que esos impuestos sean pagados”.
En tanto, el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, confió en que la Argentina volverá a ser un país exportador de gas natural en los próximos anos” y agregó que se reunirá con sus pares del Cono Sur para gestionar una matriz energética integrada. Precisó también que la Argentina ofrecerá en los próximos 5 a 10 años oportunidades de inversión de entre 25.000 y 30.000 millones de dólares anuales, en promedio, para mejorar el sistema energético”.
El funcionario definió la situación actual como “un momento en que vamos a pasar de combustibles fósiles a otro sistema con impacto más positivo sobre el cambio climático”. El desafío, añadió, está “en la gestión de los sistemas energéticos, en integrar la manera en que estamos prestando y demandando energía y en utilizar mejor los recursos para disminuir los impactos sobre el calentamiento global”.
A su vez, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, hizo su parte al sostener que “la política de reducción del déficit fiscal “no es negociable”, aunque advirtió que se hará en forma gradualista. Dujovne se comprometió a cumplir con las metas de déficit fiscal que el Gobierno estableció para los próximos años, llegando al 2,2% del PBI para 2022. (DyN-Télam)