El vestuario “azulgrana” mostraba la desazón propia de una derrota que llegó en el momento menos pensado. Al deslucido paso por la Copa Libertadores de San Lorenzo, ahora se le agregó haber quedado un poco más lejos del puntero, Boca. El golpe anímico que significó el traspié se vio reflejado en el rostro de Diego Aguirre, el técnico del “Ciclón”, contrariado por el rendimiento colectivo e individual que observó en sus dirigidos.
“Fue una derrota dura porque obviamente habíamos venido a Tucumán a buscar los tres puntos. Era la meta que nos propusimos para continuar con aspiraciones en el certamen. En un partido de trámite parejo, carecimos de la precisión y la intensidad en el juego que necesitábamos para conseguir el objetivo que nos habíamos propuestos”, fueron las primeras apreciaciones del uruguayo en la improvisada conferencia de prensa que brindó en la zona mixta del estadio Monumental.
Aguirre no encontró justificativos al irregular rendimiento de su equipo en la temporada. “Por lo que observamos en estos últimos encuentros se nota que le cuesta mucho conseguir los resultados deseados cuando jugamos fuera de nuestro estadio. Esto es llamativo, porque siempre planificamos los partidos de la misma manera. Ahora, lo único que nos queda es reencausar la preparación y seguir buscando el nivel de juego que nos permita recuperarnos de este traspié que no estaba en nuestros planes”, sostuvo el entrenador azulgrana.
A la hora de resumir las razones de la derrota, Aguirre confesó: “nunca nos sentimos cómodos. Los jugadores no estuvieron finos cuando debieron elaborar juego y eso nos costó perder tres puntos importantes”.