SEVILLA.- La atmósfera que rodea a Jorge Sampaoli, en la que parece ser su etapa previa a ser el entrenador de la Selección, no parece ser la mejor. Sevilla, hasta ahora el equipo que dirige, juega hoy por la liga española ante Granada, pero a nadie parece importarle en Andalucía.
En la conferencia previa al encuentro, así como en las oficinas del club y en las tribunas, de lo único que se habla es de su posible partida. Y nada bueno, por cierto.
El mismo entrenador tuvo que salir a defenderse de las posibles consecuencias que pudiera traer su salida. “Yo tengo contrato por dos años acá y tengo cláusulas. Así como tiene derecho un jugador a irse por una cláusula también lo tiene un entrenador”, manifestó Sampaoli en una rueda de prensa que estuvo marcada por las preguntas sobre su posible arribo al seleccionado.
El santafesino, a su vez, quiso dejar en claro que aún con todo esto sigue enfocado en su club. “Cuando termine el torneo veremos el futuro. No puedo recibir ni reunirme con nadie porque tengo la cabeza focalizada acá y con tantos partidos no puedo tener la cabeza en otro lado”, aseguró el ex conductor del seleccionado chileno.
La dirigencia sevillana también opinó sobre la situación del entrenador. “La verdad es que estamos enojados. La afición está bastante enojada por las formas, no por el fondo. Las formas en que Sampaoli y la AFA están llevando a cabo este tema no ha sentado nada bien en Sevilla y la afición está bastante irritada“, dijo Pablo Blanco, director de inferiores, según consignó el diario chileno El Mercurio.
Justamente de esas “formas” intentó despegarse Sampaoli ayer. El técnico fue consultado acerca de Fernando Baredes, el abogado con el que se reunió Claudio “Chiqui” Tapia para hablar de su contratación, cuando todavía está en Sevilla. “Si usted analiza mis contratos con los cinco últimos equipos, nunca he tenido representantes, yo me manejo solo. No sé de qué reunión me habla. No tengo representante. Baredes es un conocido mío pero nunca tuvo intervención en un contrato”, afirmó.
En la tribuna, el entrenador tampoco estaría teniendo la aceptación que supo tener. Las palabras “traidor”, “mentiroso”, son sólo algunas de las que salieron en una recorrida que hizo el diario La Nación en los últimos días.
Él, igual, quiere abstraerse y, si es que se va, dejar al equipo en la Liga de Campeones. Para eso, debe ganar y evitar pensar en el buzo de la Selección. “Ahora estoy enfocado en los seis partidos que le quedan por delante a Sevilla. Todo lo que tenga que ver con el futuro se verá en el futuro”, concluyó. (Especial)