El ministro de Desarrollo Social de Tucumán, Gabriel Yedlin, dijo que nadie puede estar en desacuerdo con un programa que busque reconvertir un plan social, por el que se cobra $ 4.000 al mes, a un empleo estable, en el que puede percibirse unos $ 14.000, al menos durante dos años. Más aún, si el beneficiario tiene expectativas de quedarse en planta por más tiempo, lo que significaría una consolidación social.
Sin embargo, el funcionario consideró que el Plan Empalme debería contar con mecanismos que “procuren una rápida inserción laboral” de los que hoy gozan de un subsidio estatal. “Por ahora, todo esto es un anuncio que suena a una buena idea aspiracional. No obstante, no hay que perder de vista el contexto económico que atraviesa el país”, señaló a LA GACETA. Yedlin puntualizó que, paralelamente al desarrollo del programa, el Gobierno nacional debería buscar los mecanismos que impliquen “un cambio de modelo económico, con el fin de que las inversiones permitan la generación de empleos en las PyME y no sólo vayan al circuito financiero”. También reclamó que se deje de estigmatizar a los beneficiarios de planes sociales. “Muchos de ellos se capacitan en oficios y estudian, pero cuando van a las obras se encuentran con un cartel que dice que no hay vacantes”, agregó. “Creo que las expectativas (del Gobierno) están lejos de los conocimientos reales acerca de cómo está la gente”, dijo.