Elegir por donde caminar o la ropa que van a usar para salir a la calle no es cosa simple para las mujeres. El 99% de las consultadas por el grupo Acción Respeto sufre acoso callejero. El 91% cambia su recorrido diario para evitar los piropos, silbidos, bocinazos y hasta contacto físico. Además, el 48% elige su vestimenta en función de evitar estos episodios.
Integrantes de agrupaciones que militan para crear conciencia sobre la problemática aseguran que al piropear en el espacio público se ejerce violencia, porque se limita el derecho a la intimidad y a la libre circulación de las mujeres. Víctimas de distintas edades cuentan cómo lo sufren a diario.
En Tucumán, no existe una norma que penalice el acoso callejero, como la que fue sancionada en diciembre pasado en la Ciudad de Buenos Aires, con multas de hasta $1.000.