Fueron dos días larguísimos para la víctima. Desde el sábado y hasta el lunes, su ex pareja la mantuvo encerrada en una vivienda de El Colmenar donde la golpeó y abusó de ella. Recién cuando una amiga y la familia de la mujer denunciaron su desaparición y la Policía comenzó a buscar al sospechoso, este le permitió volver a su casa.
Ambos habían vivido juntos hace un tiempo, pero luego la relación se terminó, la mujer se fue de la casa y formó otra pareja. Sin embargo, mantenían una buena comunicación y por eso ella lo había invitado el sábado al festejo de una hija suya que cumplía 18 años. Allí volvieron a verse y conversaron. Después el hombre fue a buscarla a la casa de una amiga, de donde salió con ella y la llevó a su vivienda, ubicada en El Colmenar.
Fuentes del caso contaron que el hombre la encerró en una habitación y que no le permitía salir de esas cuatro paredes más que para ir al baño. Incluso se encargaba él mismo de llevarle la comida a la cama para que no tuviera que abandonar la pieza por ningún motivo. Puertas adentro, la agredía y abusaba de ella.
El teléfono
Como la mujer había olvidado su teléfono celular en la casa de su amiga, esta comenzó a sospechar. El mal presentimiento de la mujer se acrecentó todavía más cuando el hombre fue a tocarle el timbre para pedirle el teléfono. Más tarde las fuentes supieron que el agresor le insistía a la víctima con que llamara a su novio actual y lo citara en el lugar del cautiverio para golpearlo.
Cuando ya habían transcurrido dos días y la mujer no regresaba, su amiga y sus familiares hicieron la denuncia en la comisaría. El lunes, cuando llegó a oídos del hombre que la Policía lo estaba buscando, decidió liberar a la mujer y él también abandonó la casa para que no pudieran encontrarlo.
Personal de la división Delitos Contras las Personas se presentó en esa vivienda de El Colmenar esta semana, pero ya no había nadie en la casa. Algunos vecinos les comentaron a los policías que el hombre trabaja como camillero en un hospital de la capital y los uniformados también se presentaron en ese lugar con la orden de detención.
Pero allí tampoco lo encontraron. Según les informaron sus compañeros de trabajo a los policías, el sospechoso no se había presentado a trabajar ese día y se estaría quedando en la casa de un amigo. Antes del mediodía de ayer, los uniformados consiguieron dar con él y quedó detenido.
Fuentes policiales indicaron que el hombre tiene 43 años y que fue puesto a disposición de la fiscala de Feria, Adriana Giannoni, quien debía tomarle declaración. También comentaron que tanto la víctima como sus familiares ya lo habían denunciado varias veces anteriormente por violencia de género.