A pesar de sus 19 años, Juan Jaime muestra una enorme madurez. El arquero de Lastenia es una de los grandes promesas que hay en el plantel de San Martín y como tal espera pacientemente su oportunidad para demostrar que le sobran condiciones para formar parte del plantel profesional.
Cuando hace tres años Osvaldo Bernasconi, entonces técnico de los “Santos” lo promovió al plantel profesional, comenzó a cargarse de paciencia. Sabía que siempre iba a correr desde atrás si pretendía ganarse un lugar en el equipo. Desde el primer momento aceptó su condición de tercer arquero y nunca bajó los brazos. “Es un inmenso orgullo poder trabajar primero con Juan Carrera y Diego Pave, luego con César Taborda y Nicolás Carrizo y ahora con Nicolás Arce y Cristian Correa. Todos me ayudaron a crecer en lo futbolístico y en lo humano. Les voy a estar eternamente agradecidos por sus consejos y la paciencia que tuvieron para corregir mis errores”, sostuvo el guardameta.
Aunque no le gusta ponerle nombres propios a quienes lo apoyaron, el juvenil arquero reconoce que la tarea que Fabián Velárdez -entrenador de arquero del plantel profesional- desarrolla en el día a día es fundamental para ir puliendo diferentes aspectos vinculados con el puesto. “Él siempre me habla y trata de darme consejos. Por su experiencia en el puesto, su ayuda es inestimable. También estoy atento a las indicaciones de mis compañeros que tratan de apoyarme”, señaló el golero que la semana pasada rindió la última materia que le restaba para terminar el secundario y que ahora se prepara para comenzar la carrera de Licenciado en Recursos Humanos.
Jaime considera que para crecer en el puesto es necesario instruirse en el día a día. “Soy de observar vídeos de partidos internacionales donde actúan los mejores en mi puesto. Mi preferido es David de Gea, el español de Manchester United, un arquero que reúne todas las condiciones técnicas que se puede pedir en el puesto”, destacó.
El joven arquero de San Martín se define como un golero que le gusta salir a cortar los centros y tratar siempre de salir jugando con los pies. Por ahora trabaja en silencia y espera con paciencia su oportunidad.