DOS ETAPAS
• A las 21.30 habrá una fiesta previa y a las 22.30 comenzará la obra en El Círculo de la Prensa (Mendoza 240).
El teatro musical tucumano goza de buena y fresca salud, aunque el estreno de esta noche, en El Círculo de la Prensa, se llame “La Parka”. Desde el mismo título hay una provocación y se juega con el contrario de lo que se anuncia, lo que se confirma con una fiesta previa a la obra que comenzará a las 21.30. “Invitamos al público a brindar y celebrar la vida y la muerte como parte de un todo, con el teatro como arma para pelear contra la nada, que es lo verdaderamente trágico”, propone Jorge Pérez Lucena.
A la producción general (a cargo de Cynthia Gómez) le ronda la idea de montar este espectáculo desde hace cuatro años, cuando en Córdoba se conoció con los responsables de Random Creativos (un peso pesado en el género, con una década de realizaciones) y nació la idea de traer el proyecto a Tucumán. Al año siguiente abrió la escuela FonArte, desde donde lleva adelante la propuesta que hoy se concreta. “Contar con el respaldo de Random es motivante, pero que sea un éxito te lo garantiza fundamentalmente el compromiso, el trabajo en equipo, el recurso humano y la disciplina”, explica.
Y ese contexto artístico está dado por las actuaciones de Matías Chilo, Juan Torres, Salustiano Zavalía, Matías Rotger, Luciana Collado, Rocío Molina, Gonzalo Campos, Marina Wittich, Julieta Sánchez, Mary Bosch, Rocío Aybar, Margarita Juárez y Jimena Godoy, y un numeroso equipo en el que se destacan Cynthia Gómez en la dirección musical y Diego Ezelino en la coreográfica.
La historia comienza con el viaje de Felipe al inframundo a buscar a su fallecida novia Guadalupe, donde se encuentra con personajes disfuncionales, burocráticos y absurdos. Para recuperar a su amada deberá superar distintos desafíos, acompañado por un coro de zombis.
“‘La Parka’ es una obra disfuncional, irreverente, que plantea el caos y la imperfección física de sus personajes. Es pensar en lo mortuorio desde una mirada inversa para poner de manifiesto aspectos que el tabú cultural establece y así echar luz sobre lo que no está permitido ver o decir sobre la muerte. Esto no significa minimizar la contundencia de esta condición humana, sino atreverse a mirarla de frente con el humor como un arma irreverente”, detalla Pérez Lucena.
“La estética vuelve a convocar mi interés por el kitsch y el humor de la comedia de gags, lo que permite una mirada reveladora ante temáticas de alto contenido dramático”, apunta. En el despliegue visual y argumental hay elementos de clásicos que parten de los griegos para atravesar “Alicia en el país de las maravillas”, “La divina comedia”, “El principito” o “La tiendita del horror”. El resultado es un collage de estilos y formas, donde aparece la influencia de Pedro Almodóvar, mientras que en lo sonoro se filtran el punk rock, el folk americano, las baladas, el rap, el hip-hop y el pop. “No se versionan canciones populares, pero sí se reniega de las formas puras y se despliega un surtido aleatorio en el repertorio de canciones”, precisa.
El momento de esplendor de la comedia musical en la provincia se ratifica en la cantidad de proyectos que están subiendo a escena en los últimos tiempos. “Es un género seductor tanto para el público como para los productores. Es insoslayable lo que la escuela de teatro musical Chapeau! le ha dado a Tucumán, y también desde FonArte se vienen formando artistas en forma interdisciplinaria en canto, danza y actuación, pero también hay que mencionar a Pablo Parolo, a Alejandro Sandoval y a César Romero, que echan mano a los recursos del musical para sus propuestas; y el prestigio y la excelencia de La Botana en el mundo de la revista -sostiene Pérez Lucena-. Todos ellos afrontan un gran esfuerzo y riesgo económico, esta actividad es un desafío de alta exigencia”.