“Queremos generar acciones que tengan impacto, pero eso sólo se puede lograr con la activa participación de todos los que están involucrados”, interpela Alejandro Molinuevo.
“Es necesario que los clubes se acerquen, que planteen propuestas, que se interesen”, interviene Gustavo Agüero.
“Por eso pedimos a los clubes que designaran una o dos personas que oficiaran de nexo, para que les transmitieran qué es lo que estábamos trabajando, y que a su vez nos transmitieran a nosotros el punto de vista de los clubes. Necesitamos ese feedback. Esa es la clave. Y si los clubes no están en la mesa, ¿cómo lo logramos?”, se pregunta Oscar Prado.
Nadie puede alegar falta de conocimiento: desde mediados de junio se publicó semanalmente en el Boletín Oficial de la URT la solicitud a los clubes para que enviaran un representante que participara de las reuniones. Se pidió, se reiteró, y al final casi se imploró, pero no hubo caso: sólo Jockey Club asistió a una reunión.
“Como no venían, entonces pensamos en ir nosotros a los clubes para exponer la problemática del rugby tucumano, aunque sólo llegamos a ir a dos antes del final de la temporada. Sabemos que será difícil lograr que todos se involucren en esto”, acepta Molinuevo.
Prado pide la última palabra: “es importante que se sepa que a nosotros lo único que nos mueve es nuestra pasión. No somos rentados; es un laburo que lo hacemos porque amamos el rugby, porque somos apasionados. Lo único que nos gustaría es que nos escuchasen un poco más”.