El papa Francisco aprovechó hoy su mensaje navideño para pedir a palestinos e israelíes que no haya un mayor enfrentamiento entre ambos por la crisis de Jerusalén.
"Recemos para que entre las partes implicadas prevalezca la voluntad de reanudar el diálogo y se pueda finalmente alcanzar una solución negociada que permita la coexistencia pacífica de dos Estados dentro de unas fronteras acordadas entre ellos y reconocidas a nivel internacional", dijo el papa desde el balcón de la Basílica de San Pedro en Roma.
Luego pronunció la tradicional bendición "Urbi et Orbi" (a la ciudad y al mundo) ante las decenas de miles de fieles reunidos en la plaza.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ahondó el conflicto al reconocer el 6 de diciembre a Jerusalén como capital de Israel, lo que desató enfrentamientos violentos en la región.
El jueves, en una votación no vinculante, la Asamblea General de la ONU votó mayoritariamente en contra de esta decisión. Guatemala se sumó el domingo a Estados Unidos y anunció que también trasladará su embajada de Tel Aviv a Jerusalén.
En su mensaje de hoy, Francisco pidió además "que el Señor sostenga también el esfuerzo de todos aquellos miembros de la comunidad internacional que, movidos de buena voluntad, desean ayudar a esa tierra martirizada a encontrar, a pesar de los graves obstáculos, la armonía, la justicia y la seguridad que anhelan desde hace tanto tiempo".
El pontífice hizo especial hincapié en su mensaje en el sufrimiento de los niños en conflictos como los de Siria, Irak, Yemen, Sudán del Sur, Venezuela o Ucrania. También instó a dar la bienvenida a los menores migrantes. "Que nuestros corazones no estén cerrados como las casas de Belén", dijo en alusión a la historia bíblica de María y José.
"Mientras el mundo se ve azotado por vientos de guerra y un modelo de desarrollo ya caduco sigue provocando degradación humana, social y ambiental, la Navidad nos invita a recordar la señal del Niño y a que lo reconozcamos en los rostros de los niños, especialmente de aquellos para los que, como Jesús, 'no hay sitio en la posada'", subrayó.