Juan Manzur levantó la vista desde la tarima alfombrada del Salón Blanco de la Casa de Gobierno y sonrió. “Venga ‘Gladycita’, ella también bancó la parada, venga; y Pablo también, que bancaron la parada”, fue la invitación del gobernador a los diputados tucumanos del Partido Justicialista Gladys Medina y Pablo Yedlin -votaron la Reforma Previsional del macrismo hace una semana- para que lo acompañaran al frente del salón.
Rodeado por su vice, Osvaldo Jaldo; el presidente subrogante de la Legislatura Fernando Juri; el vice primero, Juan Antonio Ruiz Olivares; Yedlin y Medina, Manzur realizó un balance de la gestión y brindó por un próspero 2018 frente a cerca de 300 funcionarios, legisladores, intendentes, concejales, y delegados comunales.
Copas con gaseosa
El legislador y apoderado del PJ, Marcelo Caponio, esperaba paciente minutos antes de las 12 en el Salón Blanco. El único invitado presente miraba con paciencia el ir y venir de los mozos, que distribuyeron 600 sandwichs y 15 kilos de pan dulce. En menos de 10 minutos el salón se colmó. Los funcionarios rodearon sin tregua los seis mesones dispuestos para comer y brindar en las cerca de 250 copas (no hubo alcohol, sólo gaseosa).
Manzur y Jaldo entraron a las 12.30 desde el antedespacho del Gobernador y demoraron varios minutos hasta saludar a la mayoría de los presentes. “Este año nos tocó vivir momentos muy complejos desde el punto de vista institucional. Pero a pesar de todo, y con la ayuda de este gran equipo que conduce el gobernador Juan Manzur, hemos podido salir adelante y cumplir con las metas. Nos manejamos con recursos propios y así pudimos cerrar el 2017 con una provincia saneada”, fue el corolario de los siete minutos de discurso de Jaldo.
El vicegobernador felicitó a los concejales de San Miguel de Tucumán por recuperar la presidencia del Concejo. Armando Cortalezzi, presidente del cuerpo vecinal, levantó las cejas para devolver el gesto. Algunos metros atrás, el legislador Ramón Santiago Cano se cruzó de brazos (su esposa, Graciela del Valle Suárez pretendía la presidencia pero debió ceder su banca).
En cerca de 15 minutos de alocución, Manzur valoró los 180 días de clases que tuvieron los estudiantes en la provincia y el fortalecimiento de la estructura sanitaria. “A pesar del recorte a nivel nacional, en Tucumán no faltan remedios ni leche. Esto es un enorme esfuerzo”, endureció el tono el gobernador, levantando los primeros aplausos. Luego agradeció a todos los ministros y a funcionarios del gabinete, a los intendentes, legisladores y concejales, sobre todo de las ciudades gobernadas por Cambiemos (Capital, Yerba Buena, Bella Vista y Concepción): “tengo un agradecimiento a los concejales de las intendencias, que si bien en algunos municipios no tenemos un intendente nuestro, tenemos lo más valioso; los Concejos Deliberantes”.
Manzur aprovechó su mensaje de fin de año para reiterar una anécdota que repite con frecuencia: “me acuerdo de un profesor que me decía que la política es una tarea inconclusa. Siempre se puede estar mejor, siempre se puede hacer algo para que el pueblo tucumano esté mejor. El pueblo tucumano nos dio el respaldo una vez más en las urnas, y ese es el compromiso que tenemos”. Tras resaltar el trabajo en conjunto con Jaldo, Manzur levantó su copa y brindó por Tucumán.