El camino más fácil para él hubiera sido el de la excusa; el de culpar a una serie de lesiones que lo marginaron mucho tiempo de las canchas y que, por obvias razones, le hicieron retroceder casilleros en la consideración de Ricardo Zielinski, además de restarle chances de no irse zapatero. Es decir, el hombre se despidió de 2017 sin marcar un gol con Atlético.
Mauricio Affonso está de vuelta. Quiere revancha, en esta pretemporada que lo tiene al ciento por ciento desde lo físico. “Es volver a empezar. Esta parte del año es la más difícil de todas, pero a su vez es la mejor, porque te prepara para todo lo que viene, además de que vas ganando en conocimiento con el resto de tus compañeros”, analiza el uruguayo el regreso al trabajo, cuya única meta a corto plazo es volver a convertir. Y seguido.
“Siento que estoy en deuda con todos, sí. Por ahí no tuve la continuidad que todo futbolista necesita, pero bueno, el semestre fue positivo para el equipo y eso, en cierta forma, a mí me deja contento”, prioriza Affonso el aspecto colectivo antes que el personal, que sí le duele e incomoda. “Ahora pienso en ponerme bien y en lograr continuidad, que es lo que todo futbolista necesita”, le confiesa a LG Deportiva el lungo, próximo a cumplir 26 años, el 26 de enero.
Sobre si siente presión por estar al tanto de que Atlético busca un artillero con pergaminos como nuevo refuerzo, Affonso responde que no, como también asegura que jamás pensó en tirar la toalla e irse del “Decano”. “Ganas de quedarme tengo. Quiero hacerlo. En ningún momento pensé en irme, porque me siento en el debe y necesito saldar esa cuenta pendiente que tengo”, reflexiona el ex Peñarol, uno de los rivales de Atlético en la fase de grupos de la Copa Libertadores.
“No recuerdo haber pasado un semestre sin marcar. Puede que cuando empecé, pero después nunca más. El delantero vive del gol, y el gol le da confianza a uno. Espero comenzar bien y marcar los goles que todos queremos”, pide Affonso, que confiesa haberse sacado la mufa de un desgarro eterno sufrido y de un esguince de tobillo que le habían apagado, prácticamente, su luz la temporada pasada.
Como en todo inicio, el barajar y dar de nuevo vale. “Sólo hay que aprovecharlo y recuperar el terreno perdido”, reconoce.
Entradas las 7 de la mañana de ayer, los “Decanos” comenzaron a llegar al predio de Ojo de Agua. Los pioneros fueron Rodrigo Aliendro, Mauricio Affonso y Emanuel Molina, que a esa hora ya estaban desayunando en la estación de servicio lindante al predio.
A las 8, como el resto del plantel, los jugadores comenzaron a moverse bajo las órdenes de profesor Meoni, que abrió la mañana con una serie de ejercicios didácticos, físicos y de musculación. Luego fue turno de la resistencia. El tedio.
Pasadas las 10, el plantel fue liberado hasta la tarde, cuando encaró el segundo turno. Por la noche, los “Decanos” quedaron concentrados en el hotel Hilton, hasta el próximo jueves, día en que viajarán a Salta, para jugar el viernes 12 con Talleres. Ese será el primer amistoso del año.