Hay dos Molly Bloom famosas en la historia. La primera aparece en la novela de James Joyce “Ulises”, como la esposa del protagonista; la otra, es la organizadora de partidas clandestinas de póker (a U$S 10.000 la mano) que reunieron a estrellas de Hollywood de la talla de Tobey Maguire, Leonardo DiCaprio y Ben Affleck. Luego amplió su radio de acción a empresarios de Wall Street y resistió presiones violentas de la mafia, hasta que llegó el FBI y terminó juzgada y en la ruina. El lujo vivido en Los Ángeles y en Nueva York desapareció para siempre.
La vida de la Bloom de carne y hueso es llevada al cine en “Apuesta maestra”, con Jessica Chastain (nominada al Globo de Oro por su actuación) e Idris Elba como protagonistas, y con el debut de Aaron Sorkin (el guionista de “Steve Jobs”, “El juego de la fortuna” y “Red social” en cine y de la serie “The west wing” en televisión) en la dirección.
La historia del encumbramiento y caída de “la princesa del juego” (como la bautizó la prensa norteamericana) duró ocho años. Esquiadora de élite y candidata a integrar el equipo olímpico estadounidense, una grave lesión la alejó de las pistas. A los 26 años, fue convocada para ser camarera en reuniones privadas donde se jugaba a las cartas, y escaló posiciones hasta transformarse en la cabeza de la operatoria ilegal. Todo lo contó, con lujo de detalles, en un libro autobiográfico.
“Me sentía fascinada, abrumada… ¡Era tanto el dinero que cambiaba de manos! La energía era increíble y se hablaba de sus matrimonios, de sus vidas, de las mujeres… Me enteré de proyectos cinematográficos y de los embarazos de sus esposas antes que lo demás. Escuché cosas que sorprenderían a muchos”, escribió.
Las propinas ascendían a miles de dólares (en un año obtuvo ingresos por U$S 4 millones), pero nunca hubo propuestas indecorosas de los jugadores. “Me relacionaba con hombres que anteponían el dinero y su carrera profesional al amor y a las relaciones personales. Se convirtieron en mis modelos”, aseveró.
Bloom es un personaje femenino fuerte, firme y decidido en un mundo de hombres poderosos y arrogantes. En tiempos de campañas de artistas contra el acoso sexual masculino y del pedido de igualdad de trato para las mujeres, este filme habla de mucho más que de póker y de secretos. En la trama se tocan temas candentes y reclamos pendientes.