Con casi una decena de asaltos en semáforos publicados en los últimos dos días, quedó en claro que las avenidas de la Capital, especialmente la Mate de Luna, se convirtieron en el escenario predilecto para los “rompevidrios”.
Así fue bautizada la modalidad que genera preocupación entre los conductores, en la que los ladrones aprovechan los semáforos en rojo para robar bolsos de los autos parados en cada esquina. En las diferentes sedes policiales se suman los casos que son denunciados desde las últimas semanas.
Karina Spindler, contó a LA GACETA que hace menos de dos semanas fue víctima de esta modalidad cuando regresaba de trabajar. La mujer dijo que cerca de las 13.30, circulaba por la avenida Roca cuando frenó en un semáforo cerca de la avenida Adolfo de la Vega. “Yo veía que los autos pasaban en rojo, pero igual frené”, contó. “Después me enteré que lo hacían porque la zona está liberada”, añadió. Spindler relató que en esos segundos, un hombre se acercó y destrozó la ventanilla del asiento del acompañante con una piedra. “Estaba con la cara descubierta, agarró mi cartera del asiento y huyó”, relató.
Vecinos preocupados
“Hace unos días, a un vecino le reventaron el vidrio del auto para robarle cuando circulaba por la calle Constitución y Mate de Luna. A un conocido le pasó lo mismo en la esquina de Catamarca y 24 de Septiembre”, dijo Dalila Weirnes, que tiene un almacén en Crisóstomo Álvarez y Coronel Zelaya.
Dalila manifestó que con los vecinos de la Mate de Luna “están sumamente preocupados, no sólo por los ‘rompe vidrios’, sino por los motoarrebatos”.
Solana Amoroso, que vive en la Mate de Luna al 2600, dijo que a diario se ven asaltos en ese sector, sin importar la hora.
“Tengo miedo hasta de ir al supermercado, mis hijos iban siempre a la plaza con mi empleada doméstica, pero el otro día volvieron aterrados porque vieron como asaltaban a una mujer”, explicó.
Amoroso contó que con sus vecinos tienen un grupo de WhatsApp, el que utilizan para avisar de robos y de vehículos que circulan “de manera sospechosa” por esas cuadras.
Por su parte, Luis Rearte, un guardia de seguridad de un bar ubicado en la Mate de Luna 1.800, en el parque Avellaneda, aseguró que no presenció ningún ataque a autos en los semáforos.
Sin embargo, dijo que “los motoarrebatos son moneda corriente en el lugar”.
Los vecinos de el barrio Floresta, junto con los de Villa Luján, Ciudadela y San Bernardo, entre otros, se reunieron el miércoles por la noche frente a la comisaría 3ª, ubicada en la esquina de la calle Las Piedras y Coronel Zelaya.
Fueron recibidos por el jefe de esa sede policial, a quien le manifestaron los casos de inseguridad que viven y exigieron una mayor presencia policial en las calles.
“Al otro día observamos una patrulla recorriendo el barrio por la tarde. Pero no es suficiente, no nos sentimos protegidos”, se quejó Weirnes.