“No es mi firma”, había dicho el miércoles el testigo Ramón Marcelo Fernández cuando el secretario de la sala III, Marco Antonio López Frías, le había exhibido el acta para que constatara si era suya la rúbrica registrada en un documento público. Por esa respuesta, el operario de la Dirección de Vialidad de la provincia que en 2006 cumplía funciones como cocinero del campamento de Raco, fue detenido luego por el presunto delito de falso testimonio en el juicio “Lebbos”. 
Ayer, Fernández declaró ante el fiscal de Instrucción Washington Navarro Dávila y reconoció que la firma le pertenecía. Según fuentes judiciales, el detenido expresó que rechazó esa prueba porque se había puesto nervioso ante las preguntas que le habían efectuado durante la audiencia. De esa forma, admitió que había prestado esa declaración en presencia del fiscal de instrucción Diego López Ávila. 
Además, en cada instrumento judicial que se elaboró ayer quedó registrada la impresión digital de Fernández, medida dispuesta por Navarro Dávila.
se vienen jornadas más movidas
Si esta semana ha sido movida, la que viene será aún más en el juicio por el crimen de Paulina Lebbos. Pese a que habrá un día menos de debate, por el feriado de Semana Santa; desde el lunes próximo deberán declarar testigos que son claves. Entre ellos, los hermanos Sergio y Marcelo Goitea, brindarán sus testimonios. Estos son los que encontraron el cuerpo de la joven universitaria y los que sufrieron presiones para que dijeran que el hallazgo había sido por mano y obra de los policías que venían desarrollando rastrillajes por la zona. 
Esa hipótesis perdió fuerza durante el desarrollo del juicio oral, teniendo en cuenta los testimonios de los operarios de la Dirección Provincial de Vialidad. 
La Sala III, integrada por Dante Ibáñez, Carlos Caramuti y Rafael Macoritto, pretende que para el 3 de abril comience otra ronda trascendental de testigos: los policías que fueron condenados en un juicio anterior por las irregularidades que cometieron en el hallazgo del cuerpo de la víctima.
Dura posición
El presidente del Tribunal, Dante Ibáñez, advirtió que serán inflexibles ante los testigos que oculten información. Así, el titular de la Sala III le puso límites a los testigos en sus declaraciones, en particular, a los que llamo “los no me acuerdo”. El Tribunal ordenó la detención del policía Funes ayer.
Mentiras
Fierro es el tercer detenido en el marco del juicio por el crimen de Paulina Lebbos, por cometer un delito de delante del Tribunal, es decir, en flagrancia. Hasta ahora declaró menos del 30% de los testigos.
Dudas
Por la condición de policía, se esperaba que el cabo Fierro aportara detalles importantes sobre las horas posteriores al hallazgo del cuerpo. Pero ocurrió lo contrario, ni siquiera pudo explicar dónde estaba ubicado el puesto de control vehicular donde estuvo.

“No es mi firma”, había dicho el miércoles el testigo Ramón Marcelo Fernández cuando el secretario de la sala III, Marco Antonio López Frías, le había exhibido el acta para que constatara si era suya la rúbrica registrada en un documento público. Por esa respuesta, el operario de la Dirección de Vialidad de la provincia que en 2006 cumplía funciones como cocinero del campamento de Raco, fue detenido luego por el presunto delito de falso testimonio en el juicio “Lebbos”. 
Ayer, Fernández declaró ante el fiscal de Instrucción Washington Navarro Dávila y reconoció que la firma le pertenecía. Según fuentes judiciales, el detenido expresó que rechazó esa prueba porque se había puesto nervioso ante las preguntas que le habían efectuado durante la audiencia. De esa forma, admitió que había prestado esa declaración en presencia del fiscal de instrucción Diego López Ávila. 
Además, en cada instrumento judicial que se elaboró ayer quedó registrada la impresión digital de Fernández, medida dispuesta por Navarro Dávila.

Se vienen jornadas más movidas
Si esta semana ha sido movida, la que viene será aún más en el juicio por el crimen de Paulina Lebbos. Pese a que habrá un día menos de debate, por el feriado de Semana Santa; desde el lunes próximo deberán declarar testigos que son claves. Entre ellos, los hermanos Sergio y Marcelo Goitea, brindarán sus testimonios. Estos son los que encontraron el cuerpo de la joven universitaria y los que sufrieron presiones para que dijeran que el hallazgo había sido por mano y obra de los policías que venían desarrollando rastrillajes por la zona. 
Esa hipótesis perdió fuerza durante el desarrollo del juicio oral, teniendo en cuenta los testimonios de los operarios de la Dirección Provincial de Vialidad. 
La Sala III, integrada por Dante Ibáñez, Carlos Caramuti y Rafael Macoritto, pretende que para el 3 de abril comience otra ronda trascendental de testigos: los policías que fueron condenados en un juicio anterior por las irregularidades que cometieron en el hallazgo del cuerpo de la víctima.

Dura posición
El presidente del Tribunal, Dante Ibáñez, advirtió que serán inflexibles ante los testigos que oculten información. Así, el titular de la Sala III le puso límites a los testigos en sus declaraciones, en particular, a los que llamo “los no me acuerdo”. El Tribunal ordenó la detención del policía Funes ayer.

Mentiras
Fierro es el tercer detenido en el marco del juicio por el crimen de Paulina Lebbos, por cometer un delito de delante del Tribunal, es decir, en flagrancia. Hasta ahora declaró menos del 30% de los testigos.

Dudas
Por la condición de policía, se esperaba que el cabo Fierro aportara detalles importantes sobre las horas posteriores al hallazgo del cuerpo. Pero ocurrió lo contrario, ni siquiera pudo explicar dónde estaba ubicado el puesto de control vehicular donde estuvo.

LA JORNADA.- Ayer también declaró Pedro Albornoz (foto), el último trabajador de Vialidad que debía concretar ese trámite. Aseguró que las tareas en la ruta 341 comenzaron el 6 de marzo y que culminaron el jueves previo al hallazgo del cuerpo. Aclaró que él pertenecía al equipo de San Javier y que trabajó en Raco durante dos semanas. Afirmó que pasaron frente a La Yesera, donde fue hallado el cuerpo de Paulina. Al igual que sus compañeros, dijo que no vio rastrillajes policiales mientras trabajaban.

Cauto.- Emilio Mrad, abogado de Alberto Lebbos, no pidió que se investigue a Fierro, pero no descartó hacerlo cuando formule sus alegatos en la etapa final del juicio. “Fue el testigo más hostil de este proceso, pero sigo manteniendo mi postura de aguardar para emitir mi opinión”, expresó.

Se busca testigo.- Roxana del Carmen Amaya trabajaba en el boliche Gitana cuando desapareció Paulina. La mujer debía declarar en el juicio, pero hasta el momento no pudo ser ubicada. Reside en el barrio Luz y Fuerza de La Matanza, en Buenos Aires. Uniformados de la Policía Bonaerense fueron a buscarla y les dijeron que no vivía allí. Los uniformados argumentaron que la tarea es difícil porque se trata de una zona de alto riesgo y que solamente pueden ingresar durante el día. Amaya, además, dijo que vivía en el edificio “E”, que en realidad no existe, según contó a el portero del complejo habitacional al personal policial.

Pedido.- Al comienzo de la audiencia el Tribunal adelantó que solicitará al Ministerio Público que arbitre los medios para que el fiscal Diego López Ávila esté presente durante lo que resta del debate. El funcionario judicial manifestó su intención de estar presente, pero explicó que actualmente está a cargo de dos fiscalías. “Estoy a entera disposición del Tribunal”, manifestó.