BEIJING- Las venideras cumbres Kim Jong-un y Donald Trump de mayo, y entre el líder norcoreano y el presidente surcoreano Moon Jae-in, prevista para el mes próximo, se anunciaron luego de un súbito deshielo entre el Norte y el Sur de la península coreana propiciado por los juegos olímpicos de invierno del mes pasado en Corea del Sur, a los que asistió una delegación norcoreana que incluía a la hermana de Kim.
“De cara a las cumbres creemos que la mejora de lazos entre Pyongyang y Beijing ayudará al tema de la desnuclearización y a establecer la paz en la península (coreana)”, afirmó ayer un portavoz del Ministerio de Unificación surcoreano respecto al viaje de Kim, informó la agencia de noticias EFE.
Finalizados los juegos, una delegación de alto nivel del gobierno surcoreano viajó a Corea del Norte y fue recibida por el líder de ese régimen comunista.
A su regreso a Corea del Sur, el gobierno surcoreano anunció la cumbre entre Kim y Moon de abril.
La antesala
Días más tarde, el jefe de la delegación que estuvo en Pyongyang viajó a Estados Unidos y transmitió una oferta de Kim de reunirse con Trump para discutir la denuclearización y una promesa de no realizar ensayos nucleares o de misiles mientras duren las conversaciones con Washington.
Trump aceptó la oferta de inmediato, y luego dijo que el encuentro será un “éxito tremendo” y aventuró que se podría alcanzar “el mejor acuerdo para el mundo”. Según había afirmado la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, la visita de Kim a China es una evidencia de que “la campaña de máxima presión de Estados Unidos está creando la atmósfera apropiada para las conversaciones con Corea del Norte”.
En contraste con el optimismo de Washington y Seúl, la visita de Kim a Beijing provocó una reacción cautelosa por parte de Japón, un aliado de Estados Unidos que el año pasado vio varios misiles probados por Corea del Norte sobrevolar su territorio.
Al respecto, el primer ministro Shinzo Abe pidió ayer explicaciones a China sobre el carácter de la visita y sobre los temas abordados durante el encuentro.
“Queremos recibir una explicación completa de China”, dijo Abe durante una intervención ante el Parlamento nipón en la que también señaló que Japón “está recopilando y analizando la información con gran interés” sobre esta visita secreta. (Télam)