PEKÍN.- Tras la visita secreta a China, el líder norcoreano, Kim Jong-un, corroboró su intención de reunirse en las próximas semanas con sus pares, el surcoreano Moon Jae-in y con el estadounidense Donald Trump.
El tablero diplomático se centrará en la península coreana el jueves, ya que Norte y Sur celebrarán un encuentro.
El viaje sorpresa que realizó Jong-un a Pekín comenzó el domingo y concluyó el miércoles. El tren blindado, en colores verde y amarillo, fue recibido en territorio chino con honores y rodeado de misterio, ya que hasta el miércoles no se había confirmado su presencia. La comitiva se alojó en Diaoyutai, la residencia del Gobierno de Xi Jinping para huéspedes oficiales. Ambos aliados sellaron su reconciliación. Los dos países prometieron incrementar su cooperación y elevar sus lazos “a nuevos niveles”. Jinping manifestó que devolverá la visita a Pyongyang “en el momento más conveniente”.
Para Jong-un, la reunión con su aliado tradicional era doblemente significativa, al otorgaba credibilidad en el escenario mundial, antes del inicio de las cumbres. Además, norcorea necesita recuperar la fluidez en los lazos bilaterales y China representa el 90 % del comercio exterior de ese país. Sin embargo, a este le molesta el desarrollo de pruebas nucleares y de misiles llevadas adelante por Jong-un, por lo que ha aplicado con inusitado rigor las sanciones internacionales contra Pyongyang.
Por su parte, a China esta normalización lo devuelve al centro del tablero de juego, en una partida donde parecía haber quedado arrinconada tras el acercamiento entre las dos Coreas a raíz de los Juegos Olímpicos de Invierno.
El líder norcoreano transmitió optimismo sobre el fin de su programa nuclear, el objetivo declarado de los encuentros. “La cuestión de la desnuclearización de la península coreana puede resolverse si Corea del Sur y Estados Unidos responden a nuestros esfuerzos con buena voluntad, crean una atmósfera de paz y estabilidad y adoptan medidas progresivas y sincronizadas para conseguir la paz”, indicó.
En este contexto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump celebró el encuentro entre los líderes de China y Corea del Norte e insistió sobre la desnuclearización norcoreana. El mandatario publicó, a través de su cuenta de Twitter, un mensaje en el que escribió: “¡La máxima presión y las sanciones se mantienen!”, a la espera de su propia reunión con Jong-un, en los próximos meses. (Especial)