Cómo lo analiza el mercado
1 -El central hizo una fuerte apuesta
Hoy el BCRA pone toda la carne al asador. Pero hay que entender, las actuales medidas sólo pueden estabilizan momentáneamente al paciente, pero no lo curan, advierte un informe de Economía & Regiones. Si en una macroeconomía “sana” el Central no puede hacer el bien (“imprimir” crecimiento,
puestos de trabajo y/o poder adquisitivo), su rol está sólo limitado a evitar el mal (mantener la
inflación a “raya”)”, apunta.
2-hace lo que tiene que hacer
Por un lado, endurece su política monetaria y por el otro, toma medidas para acrecentar la oferta de dólares y asegurarse un buen resultado en la
próxima licitación de Lebac del martes 15. El Central subió la tasa de referencia hasta 40% y amplió el ancho del corredor de tasas. Del otro lado, reduce la posición global neta positiva de moneda extranjera de las entidades bancarias del 30% al 10% de la responsabilidad patrimonial computable o los recursos propios líquidos, lo cual asegura oferta de dólares en el mercado cambiario y pesos en los bancos para renovar el próximo vencimiento récord de Lebac, puntualiza la consultora privada.
3- una mayor velocidad
Según Economía & Regiones, se necesita un mayor ajuste no sólo para la meta fiscal 2018, sino para las de los subsiguientes años. Hay que acelerar el gradualismo fiscal para bajar las necesidades financieras de todos los años y minimizar el impacto negativo del endurecimiento de los mercados internacionales, indica. Bajar el déficit fiscal primario más rápidamente contribuiría a que el déficit fiscal financiero (con intereses) fuera más bajo y, por ende, se necesitaría menos financiamiento, acota.
4-reestructuración del organigrama
Finalmente, la consultora dirigida por Diego Giacomini (foto) señala que no sólo se necesita un cambio más profundo en la política fiscal, sino una reestructuración del organigrama del PEN y un cambio de “nombres” que permitan una mejorar la toma de decisiones y el diseño de las políticas públicas, lo cual contribuiría positivamente no sólo a una mayor eficiencia y a una mejor coordinación entre todas las líneas de la política macro sino que permitiría, tal vez lo más importante de todo, a un cambio de las expectativas de parte del público.
1 -El central hizo una fuerte apuestaHoy el BCRA pone toda la carne al asador. Pero hay que entender, las actuales medidas sólo pueden estabilizan momentáneamente al paciente, pero no lo curan, advierte un informe de Economía & Regiones. Si en una macroeconomía “sana” el Central no puede hacer el bien (“imprimir” crecimiento,
puestos de trabajo y/o poder adquisitivo), su rol está sólo limitado a evitar el mal (mantener la
inflación a “raya”)”, apunta.
2-Hace lo que tiene que hacer
Por un lado, endurece su política monetaria y por el otro, toma medidas para acrecentar la oferta de dólares y asegurarse un buen resultado en la
próxima licitación de Lebac del martes 15. El Central subió la tasa de referencia hasta 40% y amplió el ancho del corredor de tasas. Del otro lado, reduce la posición global neta positiva de moneda extranjera de las entidades bancarias del 30% al 10% de la responsabilidad patrimonial computable o los recursos propios líquidos, lo cual asegura oferta de dólares en el mercado cambiario y pesos en los bancos para renovar el próximo vencimiento récord de Lebac, puntualiza la consultora privada.
3- Una mayor velocidad
Según Economía & Regiones, se necesita un mayor ajuste no sólo para la meta fiscal 2018, sino para las de los subsiguientes años. Hay que acelerar el gradualismo fiscal para bajar las necesidades financieras de todos los años y minimizar el impacto negativo del endurecimiento de los mercados internacionales, indica. Bajar el déficit fiscal primario más rápidamente contribuiría a que el déficit fiscal financiero (con intereses) fuera más bajo y, por ende, se necesitaría menos financiamiento, acota.
4-Reestructuración del organigrama
Finalmente, la consultora dirigida por Diego Giacomini (foto) señala que no sólo se necesita un cambio más profundo en la política fiscal, sino una reestructuración del organigrama del PEN y un cambio de “nombres” que permitan una mejorar la toma de decisiones y el diseño de las políticas públicas, lo cual contribuiría positivamente no sólo a una mayor eficiencia y a una mejor coordinación entre todas las líneas de la política macro sino que permitiría, tal vez lo más importante de todo, a un cambio de las expectativas de parte del público.