En los minutos de descuento del duelo entre el Real Madrid y Liverpool por la final de la Champions League, Cristiano Ronaldo estuvo a punto de marcar el cuarto gol a favor de su equipo si no hubiese sido por la invasión de un hincha a la cancha del Estadio Olímpico de Kiev.
Con un marcador de 3-1 a favor de su elenco, el atacante portugués aprovechó que la defensa de la entidad dirigida por Jurgen Klopp se encontraba adelantada y con su velocidad hizo que quedara en un duelo individual contra Virgil Van Dijk en área rival.
Ya cuando solo le quedaba superar al defensor holandés para patear hacia el arco de Loris Karius, un aficionado entró al campo y el árbitro se vio obligado a parar el cotejo mientras la seguridad lo llevaba afuera.
Sin embargo, instantes después de este suceso, el juez principal pitó el término del compromiso para darle de manera oficial el tercer título consecutivo de Champions League al club dirigido por Zinedine Zidane.