Ya de regreso en Buenos Aires, el vocero presidencial Iván Pavlosky relató la odisea por la que debieron pasar durante más de 15 horas en un pico de las sierras del Aconquija. “Por suerte todo salió bien”, dijo el funcionario, uno de los 13 tripulantes que viajaba en el helicóptero de las Fuerzas Armadas que tuvo que aterrizar de emergencia el viernes la alta montaña en Catamarca.
“La noche fue muy, muy fría. Teníamos poca gasolina por eso cada dos horas, cuando teníamos mucho frío y estábamos algunos cerca de la hipotermia se prendía (la calefacción) por espacio de 10, 15 minutos, la dejábamos descansar, por eso tirábamos por espacio de 15 minutos más, media hora y a las dos horas volvían a encender la calefacción”, añadió.
“No teníamos ni alimentos, ni agua, ni vestimenta porque las valijas iban en el vuelo del Presidente (Mauricio) Macri”, explicó. “La noche se hizo eterna por el frío, la incomodidad y no saber cuándo nos iban a rescatar, uno piensa en su familia y seres queridos”. Pavlosky detalló lo extremo de la situación: “cada dos horas comíamos un cuarto de galletita y hacíamos dos sorbo de agua, porque teníamos tres litros para todos”.
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Presidencia consignó que el piloto del helicóptero -perteneciente a la Fuerza Aérea- realizó dos intentos de aterrizaje el viernes en Río Hondo y uno en Tucumán, pero no pudo lograrlo por el peligro de “engelamiento” de las piezas vitales del aparato. La aeronave trasladaba a siete funcionarios nacionales y a seis miembros de las Fuerzas desde Cachi hacia Las Termas del Río Hondo. (Especial)