Croacia y Dinamarca entregaron un partido para el infarto, que mantuvo el suspenso hasta el último instante, en el que finalmente los Vatreni se impusieron en la definición por penales.
El primero en pegar fue Dinamarca. Apenas se jugaba un minuto de juego, aprovecharon una falla de distracción defensiva del rival y se pusieron en ventaja de la mano de Mathias Joergensen. Sin embargo, la alegría duró poco ya que, tres minutos más tarde, Mario Mandzukic aprovechó una serie de rebotes en el área y puso el 1-1.
Dos goles en cuatro minutos. Los hinchas esperaban ver un encuentro repleto de gritos. Sin embargo, el partido se fue durmiendo, mientras que los delanteros de ambos conjuntos no supieron resolver las situaciones que tuvieron. Así fueron pasando los minutos, hasta que fueron al tiempo suplementario.
En esta instancia, Croacia tuvo una chance inmejorable para liquidar la historia. A los 11 minutos de la segunda etapa del suplementario, el árbitro Néstor Pitana sancionó un claro penal sobre Rebic. Se hizo cargo Modric pero, al igual que les pasó a Messi y Ronaldo, demostró que es humano y perdió el duelo ante el arquero Kasper Schmeichel. Así, debieron ir a la definición por penales.
Aquí, los arqueros asumieron todo el protagonismo. Danijel Subasic atajó tres de los jugadores de Dinamarca, mientras que Schmeichel detuvo dos de los de Croacia, que terminaron festejando con el último disparo de Ivan Rakitic, quien no falló y metió a su país en cuartos de final.
En la próxima instancia Croacia se verá las caras con Rusia, que viene de dejar en el camino nada menos que a España. El duelo será el próximo sábado a las 15 (hora argentina). Si bien en los papeles el anfitrión de la Copa del Mundo parece un rival accesible, en esta competencia quedó en claro que todo puede pasar y que no hay que subestimar al rival.